La vieja rivalidad entre Elon Musk y Sam Altman vuelve a encenderse – y esta vez Apple está en medio del fuego cruzado. 
Antiguos aliados en los inicios de OpenAI, su relación se rompió después de que la compañía pasara a un modelo con fines de lucro, algo que Musk siempre criticó duramente.
El nuevo choque empezó cuando Musk acusó a Apple de favorecer deliberadamente a OpenAI en la App Store, bloqueando a otras empresas de IA – incluida su propia xAI – de alcanzar las primeras posiciones. Lo calificó como una violación antimonopolio y prometió acciones legales, presentándolo como una lucha por la competencia justa.
Altman no tardó en responder, negando todo y acusando a Musk de hipócrita, señalando que él mismo usa su plataforma X para dar ventaja a sus propios proyectos y limitar la visibilidad de sus rivales. Así, el debate sobre Apple se convirtió rápidamente en un intercambio de ataques personales.
Musk subió el tono, insinuando que las publicaciones de Altman recibían un alcance inflado artificialmente, muy por encima del suyo. El mensaje implícito: alguien estaría manipulando los números para controlar la narrativa.
Ya no se trata solo de políticas de App Store o de competencia en IA, sino de una batalla por influencia y control de la opinión pública. Sea una denuncia legítima o un contraataque calculado, la enemistad personal entre Musk y Altman no deja de crecer.