El programa Starship de SpaceX ha sufrido otro gran contratiempo, ya que su nave de segunda generación explotó durante una prueba en Texas. El incidente ocurrió tarde en la noche, cuando la nave se estaba preparando para una prueba de fuego estático. Esta nave estaba destinada al vuelo 10, que según un aviso preliminar de la FAA podría haberse realizado a más tardar el 29 de junio. 
Este es otro golpe para la Starship de segunda generación, un programa que ya ha enfrentado varios desafíos desde su lanzamiento.
La explosión comenzó en la parte superior del vehículo y se extendió rápidamente, envolviendo toda la nave en una enorme bola de fuego. Los medios locales compartieron imágenes del incidente, mostrando cómo la nave era consumida por las llamas. La prueba de fuego estático tenía como objetivo simular el funcionamiento de los motores Raptor en el espacio, un paso clave para la misión. El fracaso de este test resultó en una nueva pérdida para SpaceX. Hasta ahora, la nave de segunda generación no ha completado un vuelo de prueba exitoso: explotó en dos pruebas previas este año y falló en un tercer vuelo el mes pasado, cuando intentó realizar una reentrada atmosférica controlada.
Si la prueba de fuego estático hubiera tenido éxito, SpaceX podría haber realizado el vuelo 10 a finales de mes, lo que habría reducido significativamente el tiempo entre los vuelos de prueba. Sin embargo, la explosión ha retrasado aún más el programa. El vuelo 9 ocurrió casi tres meses después del vuelo 8, ya que SpaceX dedicó ese tiempo a analizar los datos del vuelo anterior. Además de la pérdida de la nave, también hay incertidumbre sobre los daños en el sitio de pruebas de SpaceX en Massey, aunque aún no se conoce la magnitud de los daños. Tampoco está claro si SpaceX tiene instalaciones de prueba de respaldo para continuar con los ensayos. A pesar de estos contratiempos, SpaceX tiene otras naves preparadas para pruebas, aunque probablemente esperen hasta que se identifique claramente la causa de la explosión antes de continuar.
El CEO de SpaceX, Elon Musk, sigue siendo optimista sobre el futuro de Starship, señalando que la tercera generación de la nave resolvería muchos de los problemas actuales. Los recientes comentarios de Musk sobre la explosión han sido enigmáticos, afirmando simplemente: “Solo un rasguño”, lo que ha generado especulaciones sobre la dirección futura del programa. Shana Diez, directora de ingeniería de Starship, confirmó el incidente en las redes sociales, calificando la noche de pruebas como “difícil”, pero aseguró que todo el personal estaba a salvo y que se estaba limpiando el área para garantizar que no quedaran materiales peligrosos tras la explosión.
A pesar de las dificultades, SpaceX sigue adelante con el desarrollo de Starship, enfrentándose a varios desafíos antes de cumplir su ambiciosa misión de llegar a Marte y revolucionar los vuelos espaciales.