La filtración de precios de la serie Google Pixel 10 no ha traído grandes sorpresas para el mercado europeo. Según Roland Quandt, un conocido filtrador de información fiable, los precios de los modelos Pixel 10, Pixel 10 Pro, Pixel 10 Pro XL y Pixel 10 Pro Fold han sido revelados, dando una visión más clara de las configuraciones y precios finales. Además, Quandt también compartió el precio de los nuevos Pixel Buds 2a, los auriculares inalámbricos de Google. Aunque Quandt no ha revelado la fuente de la información, es uno de los filtradores más confiables en Europa, por lo que es muy probable que estos precios sean definitivos.
Los precios de las diferentes configuraciones del Pixel 10 para Europa son los siguientes:
- Pixel 10: 128GB: 899 €, 256GB: 999 €
- Pixel 10 Pro: 128GB: 1.099 €, 256GB: 1.199 €, 512GB: 1.329 €, 1TB: 1.589 €
- Pixel 10 Pro XL: 256GB: 1.299 €, 512GB: 1.429 €, 1TB: 1.689 €
- Pixel 10 Pro Fold: 256GB: 1.899 €, 512GB: 2.029 €, 1TB: 2.289 €
A diferencia de los teléfonos, se espera que los Pixel Buds 2a aumenten de precio con respecto a sus predecesores, comenzando en 149 € (aproximadamente 174 $).
Esto representa un aumento considerable en comparación con el precio de partida de los Pixel Buds A, que costaban 99 €.
¿Qué pasará con los precios en los Estados Unidos? Aunque los precios en Europa parecen estables, ha habido rumores de que el Pixel 10 Pro XL podría aumentar de precio en los EE. UU., mientras que el Pixel 10 Pro Fold podría volverse más barato. La situación incierta con las tarifas de importación en los EE. UU. también podría afectar los precios. Dado que Google no fabrica sus teléfonos en los EE. UU., todos los dispositivos importados desde Vietnam, China o India podrían estar sujetos a tarifas adicionales, lo que podría generar un aumento de precios, a menos que Google decida asumir esa diferencia.
En resumen, aunque los precios de la serie Pixel 10 se mantendrán estables en Europa, los precios en los EE. UU. siguen siendo inciertos debido a las tarifas y otros factores económicos. Google tendrá que esforzarse para seguir siendo competitivo frente al iPhone y al Galaxy.