El tan esperado “Frankenstein” de Guillermo del Toro por fin cobró vida, y su primer adelanto mostrado en el IGN Fall Fan Fest 2025 dejó al público sin aliento.
La escena muestra el momento más emblemático del mito: aquella tormentosa noche en la que el Dr. Victor Frankenstein desafía a la naturaleza y crea su monstruo.
En el clip, Oscar Isaac interpreta a un Victor obsesionado, trabajando frenéticamente en su laboratorio mientras intenta capturar la energía de un rayo para devolverle la vida a un cuerpo ensamblado con restos humanos. Frente a la tormenta, la criatura – interpretada por Jacob Elordi – empieza a moverse. El momento es intenso, lleno de chisporroteos eléctricos, gritos y un aire de tragedia poética que solo del Toro puede conjugar.
La diseñadora de producción Tamara Deverell crea un escenario impresionante: el laboratorio fue construido dentro de una antigua torre de agua de varios pisos, con pisos de mármol, una escalera de caracol de metal y una enorme ventana circular que domina la estancia. “El círculo representa el ciclo de la vida y la muerte, el inicio y el final, el eterno retorno”, explica Deverell. El motivo circular – marca registrada del cine de del Toro – se repite en cada rincón, desde el techo abierto hasta la rejilla del suelo.
El toque de del Toro es inconfundible: horror y belleza caminando de la mano. Como en El laberinto del fauno o La cumbre escarlata, el director transforma lo monstruoso en algo profundamente humano. Su Frankenstein no busca solo asustar, sino reflexionar sobre la soledad, la culpa y el deseo de redención. Aquí, el monstruo no es el villano, sino la víctima de un creador incapaz de amar su obra.
El proyecto ha sido una obsesión de del Toro durante más de veinte años. Desde los 2000 soñaba con adaptar la novela de Mary Shelley, pero diversos obstáculos lo retrasaron una y otra vez. Finalmente, el sueño se materializa: el estreno en cines será el 17 de octubre y llegará a Netflix el 7 de noviembre.
El crítico Scott Collura de IGN le otorgó un 9 sobre 10, destacando su emoción y profundidad visual: “Del Toro no solo reinterpreta la historia de Shelley, la resucita con alma, compasión y una tristeza innegable”. Todo apunta a que este Frankenstein no será un simple filme de terror, sino una experiencia gótica sobre la humanidad, el poder y las consecuencias de la creación.