A primera vista, el rumor sobre el Galaxy S26 Ultra suena como una de esas actualizaciones mínimas que nadie pidió: RAM un poco más rápida. Teniendo en cuenta que el S25 Ultra ya vuela, ahorrar unas milésimas al abrir una app parece irrelevante. 
Pero si miramos más de cerca, este cambio podría tener un impacto real en el uso diario.
Según filtraciones, Samsung pasará de la memoria LPDDR5X fabricada con el proceso 1β (1-beta) de Micron a la nueva generación 1γ (1-gamma). El salto en velocidad es pequeño – de 9,6 Gbps a 10,7 Gbps – pero la clave está en que los chips serán más delgados: solo 0,61 mm. En el diseño de un smartphone, cada fracción de milímetro cuenta. Ese espacio extra podría aprovecharse para una mejor refrigeración, un sensor de cámara más grande… o, lo que muchos esperan, una batería de mayor capacidad.
La serie Ultra lleva años estancada en los 5000 mAh, mientras que algunos modelos chinos ya superan los 6000 mAh. Con RAM más delgada y aproximadamente un 20% más eficiente energéticamente, Samsung podría por fin dar un salto notable en autonomía – incluso acercarse a los dos días de uso sin cargar.
En el uso cotidiano, la mayoría no notará la diferencia de velocidad de esta nueva RAM – redes sociales, mensajes y streaming ya van perfectos. Pero la eficiencia y la duración de la batería sí que cambian la experiencia. Irse a dormir sin cargar el teléfono y levantarse con batería suficiente es mucho más valioso que una animación 0,1 segundos más rápida.
Quizá el S26 Ultra no traiga una revolución llamativa, pero si esta mejora “invisible” se traduce en más horas de pantalla y menos visitas al cargador, podría convertirse en uno de los modelos Ultra más prácticos en años. Una mejora que nadie pidió, pero que muchos acabarán agradeciendo.
1 comentario
si trae más batería, lo compro