Galaxy Watch 8: Samsung repite procesador y decepciona con pocos cambios reales

La nueva Galaxy Watch 8 llegará en julio junto con los nuevos Galaxy Z Fold7 y Z Flip7.

Pero lejos de entusiasmar, la noticia de que llevará el mismo procesador Exynos W1000 que la generación anterior ha generado bastantes críticas entre los usuarios más exigentes.

El chip no es malo. El Exynos W1000 sigue siendo uno de los más potentes en el segmento de relojes inteligentes, con una CPU de cinco núcleos (cuatro Cortex-A55 a 1,5 GHz y un Cortex-A78 a 1,6 GHz), GPU Mali-G68 MP2 y RAM LPDDR5. Además, está fabricado en 3 nm, lo cual ofrece buena eficiencia energética.

También hay que decir que aunque el chip sea el mismo, las mejoras en la fabricación pueden permitirle ser un poco más eficiente y estable. Así que, aunque en papel no haya novedad, la experiencia de uso podría ser algo mejor en esta nueva generación.

En cuanto al diseño, la Galaxy Watch 8 y su versión Classic adoptarán un nuevo formato “squircle” (una mezcla de cuadrado y círculo) similar al del modelo Ultra. La Classic tendría una caja de 46/47 mm, pantalla de 1,5 pulgadas y una batería de 450 mAh. Vendrá con One UI 8 Watch sobre Wear OS 6.

Las críticas no tardan: poca batería y nada de Tizen

La queja más repetida sigue siendo la autonomía. Dos días de batería en 2025, sin pantalla siempre activa (Always-on), ya no son suficientes. Algunas marcas como OnePlus o Mobvoi ya ofrecen hasta una semana de duración sin recarga.

Y para muchos, la ausencia de Tizen OS sigue siendo un dolor. El antiguo sistema de Samsung era más fluido, intuitivo y mucho menos exigente con la batería. Aunque Wear OS ha mejorado gracias a la colaboración con Google, no todos están convencidos, y muchos usuarios piden el regreso (al menos opcional) de Tizen.

En definitiva, la Galaxy Watch 8 parece más una actualización estética que una evolución real. En un mercado cada vez más competitivo, eso podría no ser suficiente.