GameStop sorprendió a la comunidad gamer al confirmar que seguirá vendiendo la suscripción Xbox Game Pass Ultimate a 19,99 dólares al mes, a pesar de que Microsoft aumentó oficialmente el precio a 29,99. En un contexto donde casi todos los servicios digitales suben de precio, la noticia se sintió como un respiro inesperado para los jugadores. 
El anuncio se hizo a través de la cuenta oficial de la compañía en Twitter/X, lo que reforzó la credibilidad del mensaje.
Otros grandes minoristas como Amazon, Walmart, Best Buy y Target todavía muestran la suscripción al precio antiguo, pero ninguno de ellos se ha pronunciado públicamente. GameStop, en cambio, fue el único en confirmar de manera abierta que mantendrá la tarifa de 19,99 dólares, lo que lo posiciona como el más claro opositor, al menos temporal, a la estrategia de Microsoft.
La explicación más lógica es que las tiendas aún estén liquidando códigos emitidos antes del aumento. En el caso de las tarjetas físicas, esto es evidente, ya que el precio viene impreso en el propio producto. Sin embargo, con los códigos digitales la situación es menos clara, pues estos se distribuyen de forma automatizada y podrían actualizarse fácilmente si Microsoft lo decide. Esto deja en duda si la decisión de GameStop es parte de una estrategia comercial deliberada o simplemente el resultado de un inventario previo.
Lo cierto es que la demanda se disparó tras el anuncio de Microsoft. Los jugadores rápidamente empezaron a acumular suscripciones anticipadas, ya que es posible apilar hasta 36 meses en una sola cuenta. Tres años al precio antiguo suman 719,88 dólares – una inversión considerable, pero que representa un ahorro cercano a 360 dólares frente al nuevo precio, que eleva la cifra total a 1.079,64. Para quienes no pueden gastar tanto de golpe, opciones más cortas, de tres o doce meses, también se volvieron atractivas.
No es la primera vez que el Game Pass sube de precio, pero sí la más drástica. En julio de 2024, Microsoft ya había aumentado la cuota de 16,99 a 19,99 dólares, un 18% más. Ahora, poco más de un año después, el incremento es del 50%, lo que añade 120 dólares adicionales al gasto anual. Como compensación, la compañía anunció la incorporación de más de 45 nuevos juegos al catálogo, aunque para muchos jugadores el aumento en la factura pesa más que la expansión de la biblioteca.
Para algunos, el Game Pass sigue siendo una de las mejores ofertas del mercado: cientos de juegos, lanzamientos desde el día uno y la posibilidad de jugar tanto en Xbox como en PC. Para otros, en cambio, el modelo de suscripción pierde atractivo frente a las tiendas digitales de PC como Steam, GOG o Epic, donde se compran juegos en propiedad, a menudo con descuentos importantes. La discusión sobre conveniencia versus costo-beneficio se intensifica, y la postura de GameStop ha avivado aún más el debate.
Al final, que GameStop mantenga el precio de 19,99 dólares – ya sea por estrategia de marketing o por liquidación de stock – se interpreta como una pequeña victoria para los consumidores. Falta ver si Microsoft permitirá que esta situación se prolongue o si tomará medidas para cerrar la brecha. Mientras tanto, miles de jugadores aprovechan para asegurar suscripciones al viejo precio antes de que la ventana de oportunidad se cierre definitivamente.