Microsoft ha confirmado que Gears of War: Reloaded, el remaster del icónico juego de 2006, no llegará a la PS5 en Japón. El juego, que se lanzará el 26 de agosto de 2025, sí estará disponible para Xbox Series X y S, Xbox PC, Game Pass y Steam en Japón.
Pero, ¿por qué no habrá versión para PS5? La razón radica en las restricciones regionales de clasificación y las estrictas políticas de las plataformas en Japón.
CERO (Computer Entertainment Rating Organization) es la entidad encargada de clasificar los videojuegos en Japón, y los juegos con escenas de violencia extrema, como Gears of War, suelen tener problemas. El juego presenta combates sangrientos, con armas de motosierra que permiten desgarrar a los enemigos. Es probable que esta violencia no cumpla con los requisitos de CERO. De hecho, juegos como The Callisto Protocol y el remake de Dead Space (2023) fueron prohibidos por razones similares.
A pesar de esto, Microsoft ha decidido lanzar el juego en otras plataformas. La página de Gears of War: Reloaded en la tienda japonesa de Microsoft muestra que el juego ha recibido una clasificación 18+ por parte de IARC (International Age Rating Coalition), en lugar de la clasificación de CERO. Esto sugiere que Microsoft optó por otro sistema de clasificación después de no poder obtener la clasificación CERO Z (18+), que es necesaria para vender juegos en la PlayStation Store.
Curiosamente, la versión original de Gears of War para Xbox 360 también fue censurada en Japón, con las escenas de miembros cortados eliminadas. Aún no se sabe si este remaster sufrirá censura similar. Mientras tanto, los fanáticos de la franquicia podrán disfrutar del juego en Xbox y PC, pero los jugadores de PS5 no tendrán acceso.
En cuanto a otros juegos de terror con violencia, es interesante que títulos como Silent Hill, que tienen un nivel similar de violencia, se hayan lanzado en Japón, lo que plantea preguntas sobre la coherencia del sistema de clasificación. Tal vez la forma en que Japón ve lo que es aceptable en los videojuegos sea más compleja de lo que pensamos.