Mañana NVIDIA presenta sus resultados del segundo trimestre fiscal y en Wall Street las visiones están divididas.
Goldman Sachs lanza una advertencia prudente, mientras que Morgan Stanley mantiene el optimismo, incluso con las dudas que rodean al mercado chino.
Goldman Sachs señala que, aunque la compañía brilló en la primera mitad de 2024, históricamente la segunda parte del año suele ser más floja por falta de catalizadores nuevos. Según el banco, sin un aumento claro en las inversiones de capital de las grandes tecnológicas, el impulso de NVIDIA podría enfriarse hasta el próximo ciclo de gasto a comienzos del año entrante. Mantienen la recomendación de “compra” con un precio objetivo de 200 dólares, pero subrayan que el rumbo dependerá de tres puntos clave: las guías de inversión en la temporada de resultados de Q3, los detalles de las GPUs Rubin AI y la posición de NVIDIA en el mercado chino.
En cambio, Morgan Stanley pinta un panorama más alentador. Afirma que las turbulencias del primer semestre – desde la venta masiva tras el caso DeepSeek hasta los rumores de retrasos en Blackwell – ya quedaron atrás. Para el trimestre de octubre prevé ingresos de 52,5 mil millones de dólares, aunque algunos inversores apuntan a 55 mil millones. Para el banco, la postura conservadora de NVIDIA sobre China puede ser positiva: rebaja expectativas excesivas y aporta mayor transparencia. Incluso con las restricciones a las H20 en ese país, Morgan Stanley cree que la perspectiva a largo plazo se fortalece.
Así, los inversores deben elegir entre la cautela de Goldman, que anticipa un enfriamiento en la segunda mitad, y la confianza de Morgan en un crecimiento sostenido durante los próximos 12 meses. Todo quedará más claro en la llamada de resultados de mañana.