Google prepara un cambio enorme en el ecosistema Android: a partir de 2026, instalar aplicaciones por fuera de la Play Store será mucho más difícil.
La exigencia de verificación de desarrolladores, que ya rige en la tienda oficial, se extenderá a todos los métodos de instalación, incluyendo tiendas alternativas y el clásico sideloading de archivos APK.
La idea es similar a un control de identidad en el aeropuerto: Google no revisará el contenido de la app, pero pedirá que el desarrollador confirme su identidad antes de que la aplicación pueda instalarse en dispositivos Android certificados. Para eso, habrá que registrarse en la nueva Android Developer Console y declarar los paquetes y llaves de cada aplicación.
La compañía defiende la medida como un paso en seguridad. Según sus datos, las apps instaladas fuera de la Play Store tienen 50 veces más probabilidades de contener malware. Desde que aplicó la verificación obligatoria en la tienda oficial, los fraudes han bajado de forma notoria. Ahora el objetivo es frenar clones peligrosos, como las apps bancarias falsas que siguen circulando en Android.
Las pruebas comenzarán en octubre, y en marzo de 2026 cualquier desarrollador podrá acceder al nuevo sistema. El despliegue inicial llegará a Brasil, Indonesia, Singapur y Tailandia en septiembre de 2026. A partir de 2027, las reglas se aplicarán en todo el mundo.
Aun así, la decisión genera polémica. Muchos usuarios la ven como un movimiento de control más que de seguridad, y advierten que Android está perdiendo lo que lo hacía diferente: la libertad de instalar lo que uno quiera. Con cada restricción, el sistema parece más cercano al modelo cerrado de Apple. Para algunos es una protección necesaria; para otros, el inicio de un Android cada vez más parecido a iOS.
Lo cierto es que la forma de instalar apps en Android nunca volverá a ser la misma.