Un jurado en California ha ordenado que Google pague 314 millones de dólares por usar los datos móviles de los usuarios de Android sin su consentimiento. Esta decisión se dio después de un juicio relacionado con una demanda colectiva, en la cual el tribunal falló a favor de los consumidores.
Los demandantes alegaron que cuando los dispositivos Android no estaban conectados a Wi-Fi, seguían enviando datos a los servidores de Google, lo que resultaba en una pérdida de datos que los usuarios ya habían pagado por ellos, sin saberlo.
Los demandantes indicaron que estos datos se utilizaron principalmente para publicidad dirigida y para mejorar los servicios de mapas de Google. Google no está de acuerdo con el veredicto y ha anunciado su intención de apelar. La demanda fue presentada en 2019 en el Tribunal Superior de Santa Clara en nombre de los residentes de California, pero un caso similar se escuchará en la corte federal en 2026, lo que podría afectar a todos los usuarios de Android en los Estados Unidos.
Los demandantes criticaron la forma en que los dispositivos Android transfieren datos de forma “pasiva”, incluso cuando el teléfono está inactivo. En su queja, señalaron que a diferencia de los iPhones, que permiten un mayor control sobre estas transferencias de datos, los dispositivos Android no brindan esa opción a los usuarios.
José Castañeda, portavoz de Google, afirmó que este fallo es un malentendido, ya que las transferencias de datos son necesarias para el buen funcionamiento de los dispositivos Android. Agregó que estos transferencias consumen menos datos que enviar una sola foto.
La demanda sostiene que estas transferencias pasivas de datos representan una carga injusta para los usuarios de Android, obligándolos a usar los datos móviles que ya han pagado, para beneficio de Google. Castañeda declaró que los usuarios de Android aceptaron estas transferencias al aceptar los términos de servicio y las configuraciones del dispositivo.
Marc Wallenstein, el abogado de los consumidores, celebró la decisión del jurado, afirmando que confirmó la validez de su caso y destacó las prácticas problemáticas de Google. El caso se titula Csupo v. Alphabet Inc., 19CV352557, y fue presentado en el Tribunal Superior de Santa Clara, California.