El Google Pixel 10 apenas lleva unas semanas en el mercado y ya pasó por las manos de iFixit, conocidos por desmontar los dispositivos más populares y evaluar su reparabilidad. El resultado coloca al nuevo teléfono de Google en un terreno intermedio: ni es un modelo imposible de reparar, ni es un ejemplo de facilidad para el usuario.
Uno de los primeros puntos que destaca la prueba es la batería. 
Google incluye tiras de extracción que permiten retirarla sin necesidad de herramientas especializadas. Sin embargo, el fuerte adhesivo todavía complica el trabajo, lo que convierte la sustitución en una tarea delicada. Aun así, supone un paso adelante frente a otros modelos de gama alta en los que el cambio de batería es prácticamente inviable.
Otro aspecto positivo es el puerto USB-C. Al ser modular, puede reemplazarse con relativa sencillez, algo clave considerando que es una de las partes que más se dañan con el uso diario. No obstante, acceder a la placa principal resulta bastante más complicado debido al voluminoso módulo de cámaras, que bloquea el acceso al chip Tensor G5.
El gran punto débil es la pantalla. Está fuertemente pegada, lo que convierte cualquier reparación del panel en un proceso difícil y arriesgado. Por el lado positivo, el Pixel 10 incorpora la nueva tecnología PixelSnap con imanes, inspirada en MagSafe de Apple, y mantiene un diseño interno ordenado. Además, todos los tornillos son del mismo tipo T3 Torx Plus, lo que simplifica el proceso de desmontaje.
En la evaluación final, iFixit otorgó al Pixel 10 una puntuación de 6 sobre 10 en reparabilidad. No es un mal resultado, sobre todo en comparación con otros buques insignia prácticamente sellados. Entre los aciertos destacan la tapa trasera fácil de retirar, el puerto de carga modular y la limpieza del diseño interno. Los puntos débiles: la pantalla extremadamente adherida y la batería todavía demasiado fija.
En definitiva, el Pixel 10 refleja el intento de Google de equilibrar innovación y cierto grado de servicio. Para el usuario común, significa que reparar el puerto o la tapa trasera es viable, pero para cambiar batería o pantalla seguirá siendo necesario acudir a un técnico especializado.