El 20 de agosto Google presentará la nueva serie Pixel 10, con el protagonismo puesto en el procesador Tensor G5. Es el primer chip diseñado por completo dentro de la compañía, sin colaboración con Samsung, y fabricado por TSMC, la misma que produce para Apple y Qualcomm. 
Un paso clave en la independencia tecnológica de Google.
Los resultados de rendimiento dejan sensaciones mixtas. El Pixel 10 Pro XL apareció en AnTuTu con 1.140.286 puntos, un aumento del 15% frente al Pixel 9 Pro XL con Tensor G4 (983.628). Para los seguidores de la marca, es una mejora real que se notará en el uso cotidiano.
Pero al compararlo con los rivales, la diferencia es abismal. Equipos con Snapdragon 8 Elite como el Red Magic 10 Pro (2.662.615) o el Galaxy S25 Ultra (2.164.612) siguen estando muy por delante. Para los gamers y quienes buscan la máxima potencia, esta brecha puede ser determinante, sobre todo considerando que Google ahora cobra precios de gama alta.
Aun así, la filosofía de Google siempre ha sido clara: no buscan liderar los benchmarks. Los chips Tensor priorizan la eficiencia y las funciones de inteligencia artificial sobre la fuerza bruta. Y en la práctica, la mayoría de usuarios rara vez se queja de que un Pixel vaya lento.
La gran incógnita es si el público aceptará pagar precio de flagship por un móvil que apuesta más por la experiencia inteligente y el software que por el rendimiento absoluto. Con el Pixel 10 Pro XL, Google está convencido de que sí.
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los fans de pixel ni se quejan, prefieren la cámara y la IA