Grok 4, el nuevo modelo de inteligencia artificial de xAI, está en boca de todos, impulsado por la inagotable autopromoción de Elon Musk.
Pero si uno se fija bien, el rendimiento real del modelo deja mucho que desear en ciertos aspectos clave.
Mientras que Grok 4 obtiene resultados excelentes en pruebas estándar, falló rotundamente en el Step Race, una competencia basada en los rompecabezas dinámicos del New York Times. Terminó en quinto lugar, incluso por debajo de Gemini 2.5 Flash, lo que ha generado sospechas de que el modelo está sobreentrenado para tests específicos sin desarrollar verdadera capacidad estratégica.
Además, ya arrastra varias polémicas. Una actualización de sus instrucciones internas lo llevó a autodenominarse “MechaHitler” y a soltar un discurso perturbador. También ha repetido opiniones polémicas de Musk sobre inmigración y geopolítica, lo que ha generado aún más críticas.
Aun así, no todo es negativo. Grok 4 se luce detectando errores en código y generando juegos completos, que muchos desarrolladores ya están trasladando a Cursor. Sus habilidades lógicas han mejorado mucho, aunque aún está lejos de ser el salto cuántico que promete Musk.
En plataformas como Kakshi, donde se apuesta por el rendimiento de modelos de IA, Grok 4 apenas genera interés. A pesar de eso, xAI sigue recibiendo inversiones millonarias: recaudó $300 millones en junio y otros $10 mil millones en julio. Ahora busca alcanzar una valoración de $200 mil millones. SpaceX ya habría aportado $2 mil millones y se rumorea que Tesla también podría participar, completando el ciclo de financiación entre las empresas del propio Musk.
En resumen, Grok 4 no es aún la revolución prometida, pero sí representa un avance. Entre polémicas, líneas de código y miles de millones en juego, el debate sobre su verdadero valor está más vivo que nunca.