En la conferencia Hot Chips 2025, IBM presentó su nuevo procesador Power11 – un salto pensado para ofrecer más potencia bruta y un rediseño de memoria, en lugar de obsesionarse con nodos de fabricación más pequeños. En vez de pasar a 5 nm, la compañía eligió el nodo de 7 nm mejorado de Samsung, optimizado para frecuencias más altas. 
Además, se aprovecha la tecnología de empaquetado iCube SI con 2.5D stacking, que mejora tanto la entrega de energía como la escalabilidad.
El Power11 mantiene la estructura de 16 núcleos del Power10, pero con mejoras clave: hasta 4,3 GHz de frecuencia, 160 MB de caché y soporte para 60 núcleos en configuraciones de doble socket. Cada núcleo integra unidades MMA (Multiply-Matrix-Accumulator) y el sistema está preparado para aceleradores externos, incluidos los IBM Spyre, orientados a cargas de IA.
Las mejoras de rendimiento son notables: hasta 50 % en sistemas pequeños, alrededor de 30 % en servidores medios y un 14 % en equipos de gama alta. Otro punto fuerte es la seguridad “Quantum Safe”, pensada para la era de la computación cuántica, ya vista en los mainframes IBM Z.
La memoria también da un salto enorme: 32 puertos DDR5 por socket, multiplicando por cuatro la capacidad y el ancho de banda de la generación anterior. Esto permite alcanzar hasta 1200 GB/s de ancho de banda y 8 TB por socket. La arquitectura sigue siendo flexible, soportando DDR4 y DDR5, y preparada para DDR6. Los módulos se refrigeran con un disipador de cobre.
De cara al futuro, IBM adelantó que trabaja en una arquitectura “triplet” con nuevas innovaciones térmicas. Con el Power11, IBM deja claro que no busca competir en PCs de consumo, sino dominar en centros de datos, inteligencia artificial y sistemas críticos donde la velocidad y la fiabilidad son lo esencial.