El género RPG está viviendo un renacimiento gracias a títulos destacados como Baldur’s Gate 3, que ha mejorado la fórmula tradicional, y proyectos más pequeños como Tainted Grail: Lost Avalon, que rinden homenaje a clásicos como The Elder Scrolls. Ahora llega Of Ash and Steel, el primer juego de Fire & Frost, que busca combinar el espíritu de los RPG clásicos con una experiencia moderna.
Aunque el juego tiene mucho potencial, es evidente que aún queda un largo camino por recorrer para convertirse en un éxito real en el género.
Actualmente disponible como un playtest en Steam, el juego ofrece una vista previa de su prólogo y primer capítulo. El prólogo se desarrolla en la Gruta, donde el personaje principal, Tristan, se encuentra con su expedición después de una serie de eventos misteriosos al principio del juego. El primer capítulo, ambientado en la Región Olvidada, da una mejor idea de lo que será el juego final, con un mundo abierto donde las decisiones del jugador afectan al entorno.
Los desarrolladores de Fire & Frost dejan claro que tienen grandes planes para crear un mundo dinámico y vivo. Ya en el prólogo, los NPC no son solo figuras de fondo, sino que interactúan activamente entre ellos, intercambiando diálogos que, aunque no están directamente relacionados con la misión de Tristan, ayudan a dar una mayor inmersión al mundo. En la Región Olvidada, esta interacción se mejora con actividades variadas que, aunque no son innovadoras, enriquecen la experiencia y fortalecen el enfoque de simulación del juego. Las mecánicas de supervivencia, aunque ligeras, ofrecen una capa adicional de profundidad al mundo.
Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, la ejecución deja mucho que desear en varios aspectos. El clásico “jank” de la serie Gothic alcanza su punto máximo aquí, lo cual no es sorprendente en un estudio pequeño. Los gráficos son decepcionantes, con entornos poco inspiradores y animaciones de personajes rígidas que interfieren con la inmersión. Aún más frustrante es el control del personaje, que tiene un movimiento muy flotante, lo que hace que tanto la navegación como el combate basado en la resistencia sean una experiencia algo desagradable. La implementación del control con mando es terrible, con una asignación de entradas desastrosa, aunque afortunadamente se puede modificar. El juego también carece de muchas funciones útiles, como la posibilidad de resaltar objetos interactivos, lo que hace que la exploración sea innecesariamente tediosa.
Algunas misiones iniciales son particularmente frustrantes. Por ejemplo, una de ellas requiere que el jugador aplaste insectos que se confunden con el suelo, lo que los hace casi imposibles de encontrar sin algo de suerte. La falta de un marcador de misión, que debería incentivar la exploración, en la práctica solo se convierte en un obstáculo. Otra misión requiere que el jugador recupere herramientas que un NPC ha “lanzado hacia arriba” sin dar más detalles, lo que lleva a una sección de plataforma mal diseñada, que se vuelve aún más difícil debido a los movimientos flotantes y el control impreciso.
Los NPC no repiten sus diálogos clave, lo que obliga a los jugadores a confiar en el Diario, que no ofrece más que pistas vagas, sin proporcionar información realmente útil. Aunque esta opción puede parecer un intento de aumentar la dificultad, en realidad solo genera confusión y frustración.
En resumen, esta versión de prueba de Of Ash and Steel muestra que Fire & Frost todavía tiene mucho trabajo por hacer. A pesar de los problemas actuales, el juego tiene potencial, especialmente en su mundo y sus mecánicas de inmersión. Si los desarrolladores logran solucionar estos problemas y mejorar la experiencia de juego, Of Ash and Steel podría convertirse en un RPG memorable, pero es claro que queda un largo camino por recorrer antes de que eso ocurra.