La Intel Arc B580 ha pasado de ser vista como una decepción a convertirse en una de las tarjetas gráficas más comentadas del segmento económico. Al salir al mercado por 249 dólares, parecía atractiva gracias a sus 12 GB de memoria, pero rápidamente se ganó mala fama: sufría un enorme overhead en la CPU que limitaba su rendimiento incluso con procesadores relativamente recientes como el Ryzen 5 5600. Para muchos jugadores, esa fue una gran desilusión.
El problema estaba en los controladores.
La gestión del procesador era ineficiente y consumía demasiados recursos antes de que la GPU pudiera rendir al máximo, provocando caídas de FPS, stuttering y tiempos de cuadro inconsistentes. Intel reconoció públicamente la situación, algo que no siempre se ve en la industria, y comenzó a lanzar actualizaciones constantes. Con el paso de los meses, esos parches han transformado la experiencia real de uso, y hoy los resultados son mucho más positivos, como lo confirman pruebas recientes de medios especializados como Hardware Unboxed.
Un buen ejemplo es Marvel’s Spider-Man Remastered
. Con los primeros drivers, la Arc B580 quedaba muy por detrás de la RX 9060 XT cuando se usaba junto a un Ryzen 5 5600. Sin embargo, con el controlador 7028, publicado en agosto, la mejora fue de más del 30% respecto a las versiones anteriores, colocándola prácticamente al mismo nivel que la GPU de AMD. En Cyberpunk 2077: Phantom Liberty, el salto fue todavía más sorprendente: con un Ryzen 5 2600, la B580 dejó de mostrar retrocesos frente a la RX 9060 XT, algo que parecía imposible hace solo unos meses.
Otros juegos como Dying Light: The Beast, Marvel Rivals, Kingdom Come: Deliverance II y Borderlands 4 también muestran incrementos de rendimiento cuando la tarjeta se combina con procesadores Ryzen 5000. Es cierto que con CPUs más antiguas, como el Ryzen 5 2600, todavía persisten las limitaciones, pero en equipos de gama media actuales la tarjeta ya no sufre los mismos cuellos de botella.
El factor precio hace todo aún más interesante. Por 249 dólares, la Arc B580 es la única tarjeta gráfica con 12 GB de memoria disponible en este rango. Tanto AMD como NVIDIA cobran bastante más por modelos equivalentes. Aunque en potencia bruta muchas veces las rivales siguen por delante, Intel ha logrado algo poco común: transformar un lanzamiento criticado en una historia de recuperación a base de soporte de software. En un mercado donde se suele acusar a los fabricantes de abandonar rápido sus productos, este compromiso ha generado debate.
Claro que aún queda trabajo por hacer: la consistencia en los tiempos de cuadro, el rendimiento en juegos antiguos con DX11 y algunos fallos todavía están en la lista. Pero lo importante ya está claro: la arquitectura nunca fue el problema, lo era la falta de madurez en los drivers. Si Intel mantiene el ritmo de optimizaciones, la línea Arc puede consolidarse como una alternativa real en el mercado gaming. Hoy, la Arc B580 se presenta como una de las mejores opciones económicas para quienes buscan memoria generosa y un soporte que mejora con el tiempo.