Intel da un paso audaz en el mercado de ASIC y chips personalizados para el futuro de la computación

Intel da un gran paso en el negocio de ASIC para redefinir su ecosistema x86 y de fundición

Intel está intentando reinventarse una vez más, esta vez entrando de lleno en el mercado de ASIC y chips personalizados. Después de años perdiendo terreno frente a NVIDIA y AMD en el mercado de IA y cómputo de alto rendimiento, la dirección de la empresa, bajo la dirección de su CEO Lip-Bu Tan, ha anunciado un audaz cambio de rumbo: Intel quiere convertirse en un líder en el diseño y fabricación de chips, no solo para sí misma, sino también para clientes externos. Y esto no es solo otro giro corporativo, es un intento por unificar las capacidades de fabricación, propiedad intelectual y diseño de Intel en una sola estrategia que podría liberar finalmente el potencial que se ha prometido durante años.

El núcleo de esta transformación es la nueva Central Engineering Group (CEG), una división que centralizará todos los esfuerzos de ingeniería de la compañía. Dirigida por Srini Iyengar, quien anteriormente trabajó en Cadence Systems, la CEG se encargará de liderar los nuevos esfuerzos de Intel en el mercado de ASIC y los servicios de diseño personalizado. Este movimiento no solo es una reorganización interna, sino una jugada estratégica que coloca a Intel en el centro de la próxima gran ola de demanda de semiconductores: chips personalizados para IA, redes y centros de datos.

El CEO de Intel lo expresó claramente durante la llamada de resultados del tercer trimestre: “Nuestro nuevo negocio de ASIC y servicios de diseño proporcionará chips hechos a medida para una amplia gama de clientes externos. Esto no solo ampliará el alcance de nuestra propiedad intelectual x86, sino que también aprovechará nuestra fuerza de diseño para ofrecer un espectro completo de soluciones, desde computación general hasta chips dedicados”.

En otras palabras, Intel no solo quiere crear chips para sí misma, sino para toda la industria. Si bien NVIDIA y AMD dominan los aceleradores de IA, cada vez son más las empresas, como proveedores de nube, fabricantes de automóviles y startups, que necesitan chips hechos a medida. Y es en este mercado donde Intel quiere posicionarse. ¿Su ventaja? La empresa controla todo el proceso: fabricación de clase mundial, empaquetado y recursos de diseño, todo bajo un mismo techo. A diferencia de Broadcom, Marvell o Alchip, Intel puede ofrecer un servicio completo de ASIC, desde la arquitectura hasta la fabricación de los chips. Esto es un gran diferencial en un mundo en el que la mayoría de las casas de diseño siguen dependiendo de TSMC o Samsung para la fabricación.

Este movimiento también refleja un cambio cultural dentro de Intel. Al centralizar los esfuerzos de ingeniería en la CEG, la compañía ha reducido la fricción entre los equipos de diseño y producción, lo que podría acelerar los ciclos de desarrollo y mejorar los resultados. Es una estructura diseñada para eliminar las barreras que han frenado a Intel en el pasado. Si funciona, Intel podrá recuperar la flexibilidad que tenía en las décadas pasadas, cuando dominaba el mercado de semiconductores.

Sin embargo, el optimismo por sí solo no salvará a Intel. Su portafolio de productos sigue estando detrás de sus competidores en áreas clave, especialmente en IA. El esperado acelerador Jaguar Shores no llegará hasta 2027 para competir con las GPUs de NVIDIA. Mientras tanto, la mejor oportunidad de Intel es capitalizar su experiencia en ingeniería mediante asociaciones en el campo de los ASIC. La esperanza es que mientras otros persiguen el oro de la IA con chips listos para usar, Intel pueda vender los diseños, el conocimiento y la experiencia a aquellos que construyen sus propios ecosistemas de IA.

La designación de Lip-Bu Tan hace que este movimiento sea aún más interesante. Conocido por su trabajo en Cadence, Tan se especializa en licencias de propiedad intelectual, herramientas de diseño y la creación de ecosistemas. Ahora está aplicando este conocimiento para ayudar a Intel a avanzar en este nuevo paso. Si la empresa ejecuta bien esta estrategia, podría convertirse en lo que se llama una “foundry de sistemas”: una compañía que no solo fabrica chips, sino que también ayuda a diseñarlos, optimizarlos y construirlos. Esto le daría a Intel una fuente constante de ingresos por tarifas de diseño, contratos de fabricación y relaciones a largo plazo con clientes.

Sin embargo, los desafíos son grandes. Los competidores en el mercado de ASIC se están volviendo cada vez más especializados y eficientes. Broadcom y Marvell ya dominan los chips para telecomunicaciones y redes, mientras que las startups están innovando en chips de bajo consumo para IA. Intel tendrá que ejecutar su estrategia a la perfección para destacarse en un mercado tan competitivo. Pero si la estrategia de la CEG tiene éxito, podría ser la mayor transformación de Intel en décadas, convirtiéndola de un fabricante de chips en apuros en un proveedor clave de soluciones personalizadas.

En resumen, este nuevo enfoque de los ASIC no es solo una expansión. Es la oportunidad para Intel de reescribir su historia, pasando de ser un gigante de los procesadores en declive a un socio clave en el futuro de la computación personalizada.