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Panther Lake y 18A: el sueño inacabado de Pat Gelsinger que cambió a Intel

por ytools
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Panther Lake y 18A: el sueño inacabado de Pat Gelsinger que cambió a Intel

Panther Lake y el proceso 18A representan el último rastro de la visión de Pat Gelsinger – un sueño que no alcanzó a completar, pero que redefinió el futuro de Intel.

Los anuncios recientes de Intel no fueron solo otra ronda de presentaciones técnicas: fueron una muestra del legado que Gelsinger dejó grabado en los cimientos de la compañía. Bajo la nueva dirección de Lip-Bu Tan, la empresa comienza a consolidar el trabajo que su exdirector inició en 2021, cuando decidió que Intel debía volver a ser sinónimo de innovación y liderazgo en el mundo de los semiconductores.

Cuando Gelsinger regresó a Intel, el panorama no era alentador. TSMC y Samsung se habían adueñado del liderazgo en la fabricación de chips, mientras que Intel enfrentaba retrasos y confusión estratégica. Fue entonces cuando el ingeniero veterano lanzó dos iniciativas audaces: IDM 2.0 y 5N4Y (cinco nodos en cuatro años). Su meta era recuperar el orgullo tecnológico de la empresa y volver a competir en la élite de la industria. De todas sus apuestas, la más personal fue el desarrollo del proceso 18A.

El 18A combinaba dos innovaciones que cambiarían las reglas del juego: PowerVia (alimentación eléctrica desde la parte posterior del chip, para mejorar la eficiencia) y RibbonFET (el primer transistor de tipo gate-all-around de Intel). Con estas tecnologías, Gelsinger afirmaba que su compañía superaría el nodo N3P de TSMC. “Estoy apostando todo a 18A. Los transistores no mienten”, dijo en una entrevista, una frase que se volvió casi legendaria entre los ingenieros de Intel.

Hoy, los resultados hablan por sí mismos. El 18A se ha convertido en la base del renacimiento de Intel, y el nuevo procesador Panther Lake, el primero construido sobre ese nodo, es el símbolo tangible de esa apuesta. La mejora en rendimiento y eficiencia demuestra que Intel está de regreso en la carrera por el liderazgo tecnológico.

Gelsinger tenía una conexión especial con Panther Lake. De hecho, fue él quien entregó personalmente las primeras muestras a Lenovo antes de dejar el cargo, como si quisiera asegurarse de ver su proyecto hecho realidad. Aunque su salida estuvo rodeada de tensiones internas y presiones de los inversionistas, su legado es innegable: la Intel que hoy avanza con paso firme es, en gran parte, fruto de su visión.

Su sucesor, Lip-Bu Tan, ha continuado esa misma línea de innovación. Si el 18A y Panther Lake fueron los símbolos del liderazgo de Gelsinger, el próximo 14A y la arquitectura Nova Lake marcarán la era de Tan. Él busca no solo mantener el impulso, sino convertirlo en una transformación sostenida que combine diseño, fabricación y eficiencia.

Panther Lake y el 18A no son solo productos; son un tributo a una visión que desafió la duda y la complacencia. Pat Gelsinger quizá no vio el desenlace de su sueño, pero lo que construyó con sus decisiones sigue marcando el rumbo de Intel. Su legado no terminó con su salida; apenas comenzó a dar frutos.

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