La próxima plataforma móvil de Intel, conocida como Panther Lake y comercializada como familia Core Ultra Series 3, todavía no se ha presentado de forma oficial, pero ya está dando mucho que hablar. 
Entradas tempranas en las bases de datos de PassMark y Geekbench han destapado varios modelos H para portátiles y un chip pensado para consolas portátiles, ofreciendo una primera foto de cómo quiere Intel plantar cara a los Ryzen AI de AMD y a sus propias generaciones anteriores a partir de 2026.
Por ahora, las filtraciones mencionan cuatro CPUs para portátil: Core Ultra 7 366H, Core Ultra X7 358H, Core Ultra 7 365 y Core Ultra 5 332. A ellos se suma el Core Ultra 5 338H que impulsa la nueva consola PC de mano OneXPlayer X1 i. Los gráficos de rendimiento dejan sensaciones mixtas: en algunos casos se ven mejoras sólidas, en otros el avance parece discreto. No es de extrañar que los comentarios vayan desde el típico “Intel basura” hasta quienes celebran por fin un enfoque serio en eficiencia y gráficos integrados Xe3 en lugar de limitarse a subir los GHz.
El protagonista para el segmento de portátiles es el Core Ultra 7 366H. Se trata de un procesador de 45 W que utiliza el diseño híbrido más reciente de Intel, combinando núcleos de alto rendimiento, núcleos de eficiencia y núcleos de ultra bajo consumo en un mismo chip. En total suma 16 núcleos, acompañados por 18 MB de caché L3 y 12 MB de L2. Sobre el papel es el candidato ideal para portátiles gaming delgados y equipos de creación de contenido que necesitan muchos hilos sin convertirse en ladrillos calientes y ruidosos.
Justo al lado aparece el Core Ultra X7 358H, también con 16 núcleos, pero con un turbo que según los listados llega hasta los 4,8 GHz. El detalle clave está en la iGPU: este modelo debería montar la configuración completa de la nueva gráfica Xe3 con 12 núcleos activados. Es decir, pensado para equipos premium donde se busca CPU potente, buena autonomía y gráficos integrados lo bastante fuertes como para jugar a títulos competitivos en 1080p sin depender de una GPU dedicada.
Un escalón por debajo se sitúa el Core Ultra 7 365, un chip de ocho núcleos con una topología 4+0+4: cuatro núcleos de alto rendimiento y cuatro de muy bajo consumo, sin bloque intermedio de E-cores clásico. Con 12 MB de L3 y 12 MB de L2, encaja de lleno en el perfil de ultrabooks de gama alta que quieren comportarse como un sobremesa ligero en tareas pesadas, pero mantener un consumo contenido. El modelo más modesto filtrado es el Core Ultra 5 332, con seis núcleos en configuración 2+0+2, 12 MB de L3 y 6 MB de L2, orientado a portátiles de gama media y de entrada.
Esa fórmula 2+0+2 ya ha generado bromas en los foros, con referencias al “cálculo Wccftech” y dudas sobre el número real de hilos. La explicación es sencilla: los núcleos de rendimiento de Intel siguen ofreciendo dos hilos por núcleo, mientras que los núcleos pequeños son monohilo. El resultado es que el total de hilos es superior a lo que sugiere la suma simple de núcleos. Si uno se queda solo con la tabla rápida, parece que falta algo; si miras la arquitectura con calma, todo encaja.
En cuanto al rendimiento, los resultados filtrados de PassMark pintan un avance más bien incremental. El Core Ultra 7 366H se coloca prácticamente al nivel del actual Core Ultra 9 285H, pese a que el nuevo chip debería trabajar con frecuencias turbo algo más bajas. Eso apunta a pequeñas mejoras de IPC y a un uso más eficiente del margen de potencia, no a una revolución en fuerza bruta. Por su parte, el Core Ultra X7 358H, con turbo de hasta 4,8 GHz, logra superar al Core Ultra 7 255H en el índice CPU Mark, aunque este último cuenta en teoría con más P-cores y una ligera ventaja de frecuencia.
En la franja intermedia, el Core Ultra 7 365 se perfila como un ocho núcleos muy competitivo: los primeros datos lo sitúan por encima del Ryzen AI Z2 Extreme de AMD y del propio Core Ultra 5 226V de Intel, reforzando la posición de la marca en portátiles finos pero potentes. El Core Ultra 5 332, en cambio, queda claramente al final del pelotón de Panther Lake en pruebas multinúcleo exigentes, aunque mantiene un rendimiento mononúcleo más que suficiente para navegación, ofimática, consumo multimedia y tareas ligeras de edición.
Todo esto hay que leerlo con cautela. De estos benchmarks no se extrae qué frecuencias reales sostuvieron los chips durante las pruebas, qué límites de potencia estaban activos, qué RAM se usó ni qué perfil térmico tenían los portátiles o prototipos. Tampoco vemos el comportamiento tras una hora de juego o de exportar un vídeo. Como señalaba un usuario, para la mayoría de la gente la potencia de CPU lleva años yendo sobrada: desde hace cinco o diez años, cualquier portátil con seis P-cores o más cubre las necesidades del 90 % de los usuarios. Sumar un 10 % extra en sintéticos no cambia la experiencia de escribir correos, navegar o abrir hojas de cálculo.
Por eso, muchos miran con más atención a los otros frentes: eficiencia y gráficos integrados. Ahí es donde Panther Lake puede marcar la diferencia. La Xe3 promete un salto interesante frente a las iGPU actuales de Intel, y algunos resultados 3D filtrados ya han animado a quienes sueñan con jugar sin tener que cargar con una RTX dedicada. Usuarios de portátiles con Core Ultra 7 255H lo resumen así: la CPU ya va sobrada, pero la iGPU se queda corta y la batería no aguanta lo que debería. Si Panther Lake logra mejorar esas dos variables a la vez, el conjunto será mucho más atractivo que cualquier récord de PassMark.
El capítulo más curioso de las filtraciones llega del lado del gaming portátil. El OneXPlayer X1 i aparece en Geekbench equipado con un Core Ultra 5 338H: 12 núcleos, turbo de hasta 4,6 GHz y un TDP que rondaría los 45 W. En Geekbench 6, el rendimiento mononúcleo queda por detrás del OneXPlayer X1 Pro con Ryzen AI 9 HX 370, pero el resultado multinúcleo favorece al chip de Intel. La lectura es clara: mucha potencia en cargas paralelas, apoyada en bloques de núcleos eficientes.
Convertir esas cifras en “va a mover todos los juegos a tope” sería engañoso. Benchmarks como Geekbench apenas dicen nada sobre temperaturas sostenidas, estrangulamiento térmico, frecuencia real de la Xe3 después de 30 minutos de partida o cuánto tarda la batería en rendirse. Ahí entran en juego el diseño del chasis, el sistema de refrigeración, la memoria y los perfiles de energía que decida el fabricante. Hasta que no veamos pruebas de juegos reales, esos números son más un indicio que un veredicto.
Si ampliamos el zoom, la supuesta gama de Panther Lake dibuja un catálogo muy amplio. En la parte alta estarían modelos H como Core Ultra X9 388H y Core Ultra X7 368H, con configuraciones 4+8+4, hasta 12 núcleos Xe3 y 45 W de TDP para portátiles gaming y estaciones móviles. Más abajo se sitúan chips como Core Ultra 5 338H, 335H y 325H, y en el rango de 15 a 28 W aparecerían las series U: Core Ultra 7 360U, Ultra 5 350U, Ultra 5 340U y Ultra 3 320U. Debajo de todos ellos se repite el mismo juego de bloques: núcleos Cougar Cove para rendimiento, Darkmont para eficiencia y Skymont para consumo ultrabajo en distintas proporciones.
La reacción tan dividida a Panther Lake también tiene mucho que ver con el historial reciente de Intel. Los últimos años han estado marcados por procesos de fabricación complicados, TDPs al alza y cambios de nombre que han confundido incluso a entusiastas. Mientras las presentaciones prometían maravillas con el nodo 18A, muchos compradores se encontraban portátiles muy rápidos pero también muy calientes y ruidosos. De ahí que un sector del público reciba cualquier anuncio nuevo con cinismo y memes sobre diapositivas de PowerPoint.
Al mismo tiempo, hay quien ve en esta generación un giro lógico: menos obsesión por exprimir un 20 % más de rendimiento y más foco en eficiencia, autonomía y iGPU competitiva. Con los precios de RAM y GPU dedicadas todavía altos, no son muchos los usuarios dispuestos a cambiar de portátil solo por unos puntos de PassMark. Lo que pesa es el conjunto: que el equipo sea rápido, silencioso, fresco y capaz de jugar de forma digna sin disparar el presupuesto.
En resumen, lo que tenemos hoy son pistas, no una sentencia. Un puñado de registros en PassMark y Geekbench nos cuentan cómo se comportan algunos samples de ingeniería en pruebas cortas, pero no revelan cómo serán los portátiles y consolas de venta al público. Intel presentará oficialmente la familia Core Ultra Series 3 basada en Panther Lake en la CES 2026, y será entonces, con BIOS finales, drivers pulidos y precios reales, cuando se pueda juzgar si Panther Lake es por fin el punto de inflexión que muchos esperan o solo otra parada de transición hacia la siguiente gran arquitectura.