Apple está a punto de lanzar iOS 26, previsto para el próximo mes junto con la familia iPhone 17. Una de las novedades más visibles es sorprendentemente sencilla: animaciones más rápidas.
Al recortar unos 150 milisegundos en las transiciones y ajustar su ritmo, el sistema se siente mucho más ágil, aunque el rendimiento real siga siendo el mismo.
Esto va más de percepción que de potencia bruta. Animaciones más cortas y fluidas dan la sensación de que todo responde más rápido. Los usuarios de Android conocen este truco desde hace años: muchas capas de personalización permiten ajustar la velocidad de las animaciones, y en muchos casos ya son más rápidas que en iOS. Ahora Apple adopta la idea, pero con su característico toque pulido.
No es una revolución, pero sí un ejemplo de cómo Apple cuida los pequeños detalles que acaban marcando la diferencia en el uso diario. Los fans de Android probablemente se limitarán a sonreír: “Bienvenidos al club”.
1 comentario
se nota más fluido, me gusta