El próximo 9 de septiembre, Apple celebrará su evento “Awe Dropping”, y todo apunta a que será uno de los más importantes de los últimos años. Además del esperado iPhone 17, los nuevos Apple Watch Series 11 y Ultra 3, y los AirPods Pro 3, existe la posibilidad de que la gran sorpresa sea un nuevo iPad Pro con chip M5, justo en el décimo aniversario de la gama.
Los rumores se intensificaron después de que un filtrador anónimo publicara en X (antes Twitter) supuestos números de modelo de dos versiones del iPad Pro M5: una de 11 pulgadas y otra de 13, ambas con opciones Wi-Fi y celular.
Hasta ahora se pensaba que el lanzamiento estaría ligado a la próxima generación de MacBook Pro con chip M5, prevista para principios del próximo año. Como la tradicional presentación de iPads en primavera no se realizó, septiembre aparece como la ventana ideal para la novedad.
Que Apple presente el iPad Pro M5 junto al iPhone 17 tendría mucho sentido estratégico. El foco mundial estará puesto en ese evento, lo que garantizaría máxima visibilidad para el nuevo tablet. Además, la fecha es casi poética: el primer iPad Pro se anunció el 9 de septiembre de 2015. Diez años después, lanzar el modelo más avanzado en la misma jornada sería un guiño nostálgico y un movimiento de marketing impecable.
El atractivo no se limita al hardware. El M5 promete un salto de rendimiento importante, pero la otra gran pieza del rompecabezas es iOS 26, descrito como la actualización más orientada a la productividad en la historia del iPad. Entre las mejoras se esperan multitarea real, mejor integración con pantallas externas y una experiencia más cercana a la de un ordenador de escritorio. Durante años, los críticos señalaron que la potencia del iPad estaba desaprovechada por sus limitaciones de software. Con el M5 y iOS 26, Apple podría por fin cerrar esa brecha.
Aun así, conviene ser cautos. Apple es famosa por sus secretos y no sería raro que optara por anunciar el iPad Pro en un comunicado posterior, una vez pasada la euforia del iPhone 17. Sin embargo, la cantidad de pistas y la coincidencia del aniversario hacen pensar que esta vez las probabilidades son mayores de lo habitual.
Si finalmente vemos el iPad Pro con chip M5 en el mismo escenario que el iPhone 17, no será solo una mejora técnica. Podría marcar un antes y un después en cómo se entiende el iPad: no solo como dispositivo de entretenimiento o creatividad, sino como una alternativa real a un portátil. La cuenta atrás hacia el 9 de septiembre nunca había sido tan emocionante.