El iPhone 17 Pro ya está aquí y sus primeros resultados en pruebas de rendimiento han sacudido el mundo de los smartphones gamer. Durante años, dispositivos como el Asus ROG Phone dominaron la escena con sistemas de refrigeración avanzados, botones adicionales y potencia sostenida.
Pero ahora Apple ha reducido la brecha de una forma que hace dudar si de verdad necesitamos un teléfono exclusivamente para jugar.
El nuevo chip A19 Pro y el regreso al aluminio
La estrella de esta generación es el procesador A19 Pro, acompañado de 12 GB de RAM en las versiones Pro. Sin embargo, el gran cambio está en el diseño: Apple vuelve a un chasis unibody de aluminio. Puede sonar un detalle menor, pero no lo es. El aluminio disipa el calor hasta 20 veces mejor que el titanio y supera con creces al vidrio, lo que se traduce en sesiones de juego más largas y estables.
En la prueba de estrés de 20 minutos con 3D Mark, el iPhone 17 Pro Max se mantuvo en un 81% de su rendimiento inicial, mientras que el iPhone 16 Pro Max caía al 65%. Esto significa menos sobrecalentamiento, menos caídas de FPS y una experiencia más consistente. El creador de contenido Dave2D lo dejó claro: de nada sirve una cámara de vapor si el cuerpo del dispositivo retiene calor. El aluminio es la verdadera clave de este avance.
Comparación directa con el ROG Phone 9 Pro
La pregunta inevitable: ¿cómo queda frente al rey de los teléfonos gamer, el ROG Phone 9 Pro? El año pasado, el iPhone 16 Pro Max apenas alcanzaba 2.900 puntos tras 20 minutos de juego intenso, mientras el ROG llegaba a 5.810. Este año, el iPhone 17 Pro Max consigue 5.120 puntos. Sí, todavía está un 12–15% por detrás, pero la diferencia es mucho más pequeña y el progreso, enorme.
Claro, los móviles gamer aún ofrecen ventajas: gatillos físicos, ventiladores externos, doble puerto de carga, diseños llamativos. Pero, ¿realmente eso compensa? Para muchos usuarios, ya no. Un iPhone que brinda potencia sostenida, cámaras de primer nivel y un diseño sobrio empieza a ser la opción más lógica.
El impacto en el gaming móvil
Este cambio no es solo un golpe a la competencia, también redefine el panorama del gaming en móviles. Apple ya tenía ventaja con más juegos optimizados y mejor soporte para títulos exigentes. Ahora, con estabilidad térmica, el iPhone 17 Pro se consolida como un dispositivo todo en uno: trabajo, foto, video y gaming. Con un mando acoplado, la experiencia se acerca a la de una consola portátil.
Para marcas como Asus, la señal es clara: deben apostar por innovaciones radicales o resignarse a ver cómo su nicho se reduce. La comparación con las cámaras digitales es inevitable: desaparecieron cuando los smartphones dominaron la fotografía. Y los teléfonos gamer podrían seguir el mismo camino.
El valor de los materiales
Más allá de números y chips, el regreso al aluminio demuestra que los materiales importan. Apple sacrificó el “lujo” del titanio por un material más funcional y salió ganando. El resultado: un dispositivo más ligero, fresco y estable en juegos prolongados. Es probable que otras marcas sigan el ejemplo y adopten nuevamente el aluminio en sus gamas altas.
¿Adiós a los teléfonos gamer?
No significa que los teléfonos gamer estén muertos. Los más entusiastas seguirán valorando botones adicionales y sistemas de refrigeración extremos. Pero para la gran mayoría, el iPhone 17 Pro ya cumple de sobra –y supera en muchas áreas– lo que ofrecen los modelos especializados. Con la fuerza de su ecosistema y la llegada de juegos AAA a iOS, la ventaja de los ROG y compañía empieza a diluirse.
En conclusión, el iPhone 17 Pro no ha enterrado definitivamente a los smartphones gamer, pero sí les ha dado un golpe durísimo. Apple demostró que cuando combina chip, materiales y diseño de manera inteligente, cambia las reglas del juego.
1 comentario
apple la rompió pero sigo usando mi ROG para viciar fuerte