Apple siempre se ha presentado como la marca que marca el rumbo en el mundo de los smartphones, rara vez inspirándose en sus rivales. Sin embargo, con el próximo iPhone 17 Pro, la compañía parece dispuesta a romper con esa tradición: las primeras filtraciones muestran un dispositivo con claras similitudes al Pixel 10 de Google.
Para algunos, puede sonar a contradicción; para otros, es quizá la jugada más inteligente de Apple en años.
El diseño del iPhone apenas ha cambiado desde 2017, lo que ha alimentado burlas y memes en cada lanzamiento. Los fans se quejan de pagar precios altos por modelos que parecen idénticos a los anteriores. En contraste, el Google Pixel, aunque con ventas modestas, ha logrado destacar gracias a un diseño reconocible y atrevido, acompañado de apuestas fuertes en funciones de inteligencia artificial. Su estética diferenciada le ha dado visibilidad en un mercado saturado de dispositivos similares. Y Apple, al parecer, ha tomado nota.
El momento de este giro no es casual. El iPhone 16 se promocionó como “el gran iPhone de la IA”, pero muchas de las funciones más llamativas aún no están disponibles. La expectativa se convirtió en decepción, y Apple tuvo que desviar la atención hacia avances en iOS como el lenguaje Liquid Glass. Para una empresa famosa por pulir cada detalle antes de lanzar un producto, prometer más de lo que entrega fue un golpe a su reputación.
Mientras tanto, Google siguió posicionando el Pixel como pionero de la inteligencia artificial móvil. Traducción instantánea, edición de fotos con IA o transcripción en vivo son solo algunos ejemplos que, aunque no siempre perfectos, le dieron fama de innovador. Para muchos jóvenes, el Pixel es el teléfono “atrevido” frente a marcas que se repiten. Apple parece haber entendido que un rediseño visual inspirado en el Pixel, sumado a su impecable integración de hardware y software, puede ser la combinación que conquiste tanto a usuarios fieles como a curiosos de Android.
Resulta irónico: durante años, al Pixel se le llamó “el iPhone de Android” porque Google controla tanto el hardware como el software, garantizando soporte continuo y actualizaciones rápidas. Ahora, el iPhone parece tomar prestado parte de la identidad del Pixel. Esto refleja que incluso los gigantes deben aceptar que sus rivales también saben acertar con el consumidor.
Además, la estrategia tiene un trasfondo práctico: evitar fugas de usuarios. Algunos estudios muestran que una porción significativa de los compradores de Pixel eran antes dueños de un iPhone. No es un éxodo masivo, pero sí una señal. Con un diseño más parecido al Pixel, Apple podría retener a clientes indecisos e incluso atraer a quienes valoran la estética del Google Phone, pero prefieren la potencia, la autonomía y la estabilidad de la experiencia Apple.
El Pixel, de hecho, tiene talones de Aquiles que Apple puede aprovechar. Los chips Tensor de Google todavía no están al nivel de la serie A de Apple en rendimiento y eficiencia energética. Las funciones de IA llaman la atención, pero no compensan fallos de fluidez ni problemas de batería. El iPhone 17 Pro podría venderse como “la versión premium del Pixel”, con diseño moderno pero sin sus limitaciones técnicas.
Eso no significa que Apple renuncie a la inteligencia artificial. La compañía sigue invirtiendo en el área, aunque con un enfoque más discreto. En lugar de prometer funciones revolucionarias que llegan tarde, Apple suele presentar innovaciones que funcionan bien desde el primer día. En un contexto en que algunos analistas ya hablan de la “burbuja de la IA”, esta sobriedad podría ser la carta ganadora.
El iPhone 17 Pro podría marcar el renacimiento de la línea. Con un rediseño atractivo, hardware superior y un enfoque más realista hacia la IA, Apple puede recuperar la emoción de sus seguidores y demostrar que aún sabe sorprender. Paradójicamente, ha sido el Pixel el que ha encendido la chispa de esta renovación, y Apple parece lista para convertir esa inspiración en un producto de éxito global.