El eslogan de Apple Shot on iPhone deja de ser solo una frase bonita en carteles y anuncios para meterse de lleno en el fútbol. 
En la final de la Major League Soccer, en el duelo entre Inter Miami y Vancouver Whitecaps, el iPhone 17 Pro no estará únicamente en los bolsillos de los aficionados: formará parte oficial de la realización televisiva. Junto a las cámaras de broadcast de siempre habrá varios iPhone enviando imagen en tiempo real a la señal internacional del partido.
Cuatro teléfonos entre decenas de cámaras
Cuatro unidades de iPhone 17 Pro se integrarán en un montaje que ya supera la treintena de cámaras profesionales. Se colocarán detrás de las porterías y en medio de las gradas, buscando planos muy cerrados de la hinchada: caras desencajadas en el descuento, abrazos después de un gol, móviles en alto grabando el penalti decisivo. Cada vez que la realización corte a uno de esos ángulos aparecerá en pantalla la etiqueta «Shot on iPhone», dejando claro que ese plano viene de un teléfono y no de una cámara que pesa varios kilos y cuesta como un coche.
Meses de pruebas en un estadio lleno
La MLS, eso sí, no ha improvisado. Según fuentes del sector, los ingenieros de la liga llevan meses probando el teléfono dentro del flujo de trabajo real: midieron la latencia frente a las líneas de fibra, comprobaron cómo se comporta el iPhone 17 Pro con los focos a tope y el calor del público, revisaron la estabilidad de la conexión inalámbrica en un estadio lleno y ajustaron la sincronización con el resto de cámaras. Una de las claves fue el soporte nativo de ProRes, que facilita muchísimo la vida a los coloristas a la hora de igualar tonos, contraste y textura con el material del resto del equipo.
El iPhone no viene a reemplazar a las cámaras
Nadie en producción se engaña: el iPhone no viene a sustituir a las grandes unidades móviles ni a las lentes de largo alcance. Las cámaras de televisión siguen siendo muy superiores en rango dinámico, zoom, rendimiento nocturno y, sobre todo, en fiabilidad durante noventa minutos más añadido. Donde el iPhone 17 Pro gana puntos es en flexibilidad y coste: es mucho más barato, cabe en soportes imposibles, se puede recolocar en cuestión de segundos y ofrece esos puntos de vista metidos en la grada o pegados al césped que antes solo veíamos en vídeos caseros de los aficionados.
Marketing disfrazado de innovación
Y, por supuesto, detrás de todo hay una lectura de marketing. Resulta difícil pensar que Apple se haya ganado ese espacio en la final sin poner dinero encima de la mesa, igual que hace con product placement en películas o con proyectos de cineastas que ruedan todo con un iPhone. La MLS gana presupuesto extra, titulares y una imagen de liga moderna; Apple consigue que millones de personas vean al iPhone 17 Pro compartiendo plano con cámaras que cuestan decenas de miles de dólares. Algunos aficionados lo verán como una prueba de hasta dónde han llegado las cámaras de los móviles. Otros lo sentirán como otra capa de publicidad en un deporte que ya vive rodeado de logotipos, patrocinios y mensajes comerciales. En cualquier caso, cuando el árbitro haga sonar el silbato, las cámaras clásicas y los cuatro iPhone 17 Pro ya estarán listos para convertir cada reacción de la grada en potencial material para la próxima campaña de Shot on iPhone.