Apple vuelve a mover el tablero con la presentación del iPhone Air, su smartphone más delgado hasta la fecha: apenas 5,6 mm de grosor. Para muchos, esta obsesión por la delgadez ya no tiene sentido, pero la compañía insiste en demostrar que un diseño ultrafino puede convivir con potencia, resistencia y una experiencia premium.
El chasis está fabricado en titanio de grado 5, lo que garantiza ligereza y robustez al mismo tiempo, y refuerza la filosofía minimalista que Apple viene persiguiendo desde hace años.
La pantalla OLED de 6,5 pulgadas incorpora todas las tecnologías más recientes: ProMotion con tasas de refresco adaptativas, modo Always On, brillo máximo de 3000 nits y el nuevo Ceramic Shield 2 tanto en la parte frontal como en la trasera. Es la primera vez que esta protección se aplica en ambos lados, aumentando hasta cuatro veces la resistencia frente a arañazos. Además, Apple hace hincapié en la sostenibilidad: el 80% de los materiales usados en este modelo provienen de reciclaje.
El nuevo chip A19 Pro es la pieza central. Fabricado en proceso de 3 nm, mantiene dos núcleos de alto rendimiento y cuatro de eficiencia, pero ahora con un 50% más de caché en los de bajo consumo. La GPU estrena la segunda generación de Dynamic Cache y compresión de imagen unificada, mientras que los aceleradores neuronales ofrecen tres veces más capacidad de cómputo que el A18 Pro. Según Apple, el rendimiento alcanza niveles comparables a un MacBook Pro, sobre todo en tareas de inteligencia artificial, edición avanzada y experiencias de realidad aumentada.
En conectividad también hay salto importante: el nuevo módem 5G C1X duplica la velocidad del anterior C1 del iPhone 16e y consume un 30% menos de energía que el Snapdragon X75 usado en la competencia. A esto se suma el estreno del chip inalámbrico N1, encargado de Wi-Fi 7, Bluetooth 6.0 y Thread
. El N1 mejora funciones como AirDrop y el hotspot, y reduce la dependencia de proveedores externos como Broadcom, dejando claro que Apple avanza hacia una mayor autonomía tecnológica.
En cámaras, Apple apuesta por la simplicidad: un sensor trasero de 48 MP con zoom 1x y 2x, y una cámara frontal de 18 MP con Center Stage, que gracias a la IA ajusta automáticamente el encuadre en videollamadas o selfies grupales. No es el arsenal de la línea Pro, pero la marca confía en que la combinación de hardware e inteligencia artificial será suficiente para la mayoría.
La batería sigue siendo tema de debate.
La compañía no reveló la capacidad exacta, pero asegura hasta 27 horas de reproducción de vídeo, que se amplían a 40 horas con el accesorio MagSafe Battery. Los críticos sostienen que la delgadez sacrifica autonomía, mientras Apple defiende que la eficiencia de sus nuevos chips compensa esa reducción
. El mercado será quien decida si la apuesta se sostiene en el día a día.
El iPhone Air se venderá en cuatro colores, con almacenamiento base de 256 GB y un precio inicial de 999 dólares. Las preventas comienzan el 12 de septiembre y el lanzamiento oficial será el 19. Falta por ver si se convierte en un superventas o en un modelo de nicho para quienes priorizan diseño y ligereza. Lo que está claro es que Apple ha vuelto a generar conversación y expectativa antes de que el producto llegue a las tiendas.
En redes sociales ya se arman debates: unos temen que el móvil sea frágil y reviva el fantasma del “bendgate”; otros critican el bulto de la cámara, que contradice la idea de un diseño tan fino. Y también están los que esperan ansiosos los primeros test de resistencia en YouTube. En cualquier caso, el iPhone Air confirma una vez más la capacidad de Apple para provocar polémica y dividir opiniones entre fanáticos y detractores.
1 comentario
bonito pero nadie pidió móviles más delgados jaja