Inicio » Sin categorizar » Por qué el iPhone se está quedando atrás en la revolución de escritorio

Por qué el iPhone se está quedando atrás en la revolución de escritorio

por ytools
0 comentario 0 vistas

Por qué el iPhone se está quedando atrás en la revolución de escritorio

Por qué el iPhone se está quedando atrás en la revolución de los smartphones de escritorio

Desde sus inicios, los smartphones han prometido ser miniordenadores de bolsillo capaces de sustituir al PC. Y, en gran medida, lo han conseguido: escribir correos, navegar por la web, ver Netflix o YouTube, editar fotos o incluso administrar un negocio completo ya es posible con un móvil. Sin embargo, cuando llega el momento de trabajar de forma seria y productiva, la mayoría de la gente sigue recurriendo a portátiles y ordenadores de sobremesa.

La razón es simple: la experiencia de trabajo es más completa en un dispositivo grande. Un monitor amplio permite manejar múltiples pestañas al mismo tiempo, un teclado físico facilita escribir durante horas, y en términos de salud postural es mucho mejor mirar hacia delante que pasar el día doblando el cuello frente a una pantalla pequeña. Así, aunque el smartphone es potente, todavía no ofrece la ergonomía ni la fluidez de un PC.

Lo curioso es que la potencia ya no es el problema. Los procesadores de los móviles actuales rivalizan con los de muchos portátiles básicos, las apps profesionales permiten editar vídeos o crear contenido de nivel, y hay emprendedores que gestionan todo su negocio solo con el teléfono. Pero la gran pregunta sigue siendo: ¿cómo puede integrarse el smartphone en un flujo de trabajo eficiente?

Los plegables y la multitarea

Los móviles plegables aparecieron como respuesta inicial. La pantalla expandida permite abrir varias apps a la vez. Samsung, Huawei, Oppo, OnePlus y Honor han probado diferentes fórmulas. Oppo y OnePlus crearon “Open Canvas”, con hasta cuatro aplicaciones en la pantalla y la posibilidad de maximizar una al instante. Honor Magic V5 ofrece vista horizontal con tres apps, entre las que se navega deslizando. Son propuestas interesantes, pero siguen siendo caras y delicadas.

No todos quieren un plegable, sea por precio, tamaño o fragilidad. Y ahí surge lo que muchos consideran el verdadero futuro: transformar el móvil en ordenador de escritorio.

Samsung DeX: un paso adelantado

Samsung fue pionera en 2017 con el Galaxy S8 y el sistema DeX. En aquel momento se necesitaba una base con ventiladores y puertos. Hoy, basta un cable USB-C o incluso conexión inalámbrica. Con un Galaxy S25 o un Galaxy Z Fold 7, conectas un monitor, un teclado y un ratón, y obtienes una interfaz de escritorio completa directamente desde el teléfono.

No es perfecto: la edición de texto, el manejo de archivos o el puntero del ratón recuerdan que sigue siendo Android. Pero DeX ha madurado lo suficiente como para atraer a usuarios reales: estudiantes, profesionales móviles y freelancers que agradecen tener todos sus proyectos en un solo dispositivo. Incluso existen “laptops vacíos”, carcasas con teclado, pantalla y trackpad que se activan al conectar el móvil con DeX. Más ligeros, más baratos, y prácticos para quien prioriza el teléfono sobre el ordenador.

Google se suma

Google tardó, pero con Android 16 los Pixel (desde el 8 en adelante) incorporaron “Desktop Mode”. La idea es la misma: enchufar un monitor y usar el teléfono como un PC. De momento, exclusivo de Pixel. Pero si Google decide hacerlo extensivo, muchos otros Android de gama alta podrán ofrecerlo, cambiando el concepto de lo que significa un smartphone.

Apple: lenta, pero firme

Apple suele ir con más calma. Prefiere llegar tarde, pero con un producto pulido. El caso del iPad es revelador. El iPad Pro de 2015 prometía productividad con su gran pantalla, pero solo permitía “Split View” y “Slide Over”, muy limitados. En 2022 llegó Stage Manager con ventanas flotantes, aunque rígidas. No fue hasta 2023 que se liberó el sistema y permitió mover ventanas libremente. Hoy un iPad Pro puede sustituir al portátil en muchos trabajos. Sin embargo, Apple llegó varios años tarde y, lo más importante: nada de esto está disponible en el iPhone.

iPhone: a paso de tortuga

En el iPhone, los avances son aún más lentos. El iPhone 6 Plus de 2014 trajo la primera pantalla grande. En 2018, el XS Max la llevó más lejos. Pero Apple nunca añadió multitarea real, mientras que Samsung o Sony ya la ofrecían. Solo en 2020 llegó el “Picture-in-Picture” para vídeos. Y en 2025, el iPhone sigue sin un modo escritorio ni funciones avanzadas de multitarea. Para un dispositivo premium, resulta limitado.

Si la compañía mantiene este ritmo, quizá tengamos que esperar hasta 2027 o incluso 2030 para ver algo similar a Stage Manager en iPhone. Ahora mismo, Apple apuesta por la inteligencia artificial, aunque muchas funciones prometidas siguen ausentes. Mientras tanto, Android lidera la transformación de los móviles en ordenadores portátiles.

El futuro de los móviles

La carrera tecnológica ha cambiado de rumbo. Ya no se trata solo de más potencia o IA, sino de cómo integrar los móviles en la productividad diaria. Samsung y Google marcan el camino, demostrando que un smartphone puede reemplazar a un PC. Los accesorios que amplían esta experiencia confirman la tendencia. Apple, en cambio, arriesga quedarse atrás si insiste en mantener el iPhone limitado.

Aunque no sería la primera vez que Apple sorprende. Llegó tarde al mercado de relojes inteligentes y dominó con el Apple Watch. Podría hacer lo mismo con un modo escritorio para iPhone. Pero, por ahora, el iPhone sigue siendo solo un teléfono, mientras la competencia explora nuevas fronteras.

También te puede interesar

Deja un comentario