El iPhone plegable de Apple sigue sin llegar – y todo apunta a que el perfeccionismo de la marca es su peor enemigo.
Desde hace años se habla del iPhone plegable, y cada vez que parece estar cerca, algo vuelve a retrasarlo.
Los últimos rumores apuntan a otro aplazamiento. La razón, según fuentes internas, es la misma de siempre: Apple quiere que sea perfecto. En concreto, busca un sistema de bisagra que haga que el pliegue en la pantalla sea completamente invisible. Suena impresionante, pero hoy por hoy, es técnicamente imposible.
El perfeccionismo es parte de la identidad de Apple. Desde el primer iPhone, la compañía ha vendido la idea de productos sin fallos, con una experiencia pulida al milímetro. Pero esta vez, esa obsesión parece estarle jugando en contra. Mientras los ingenieros de Cupertino buscan la perfección, el resto del mercado avanza. Samsung ya va por su Galaxy Z Fold 7 y Z Flip 7, donde la marca apenas se nota en el uso diario. Solo si miras el teléfono con luz directa se aprecia la línea. Para Apple, sin embargo, eso no es suficiente. Su visión del iPhone plegable es un objeto de diseño casi irreal.
El problema es que esa visión no encaja con las limitaciones del presente. No existe todavía una tecnología que elimine totalmente la arruga del pliegue. El vidrio ultrafino tiene un límite físico, y los mecanismos de bisagra siempre dejan huella. Pero Apple no se conforma con “lo mejor posible”; quiere “lo imposible”. Y eso podría condenarla a llegar tarde a una fiesta que otros ya dominan.
Se esperaba que el modelo plegable debutara junto con el iPhone 18, lo que le habría dado protagonismo. Pero si el lanzamiento se mueve a 2027, el dispositivo competirá con el iPhone Pro del 20 aniversario, que según filtraciones tendrá una pantalla sin marcos ni recortes. En ese contexto, el iPhone plegable podría quedar como una curiosidad más que como una revolución.
El otro gran riesgo es la expectativa. Después de tantos años de rumores, la gente espera un milagro. Si el iPhone plegable acaba siendo simplemente un Galaxy Fold con iOS, muchos se sentirán decepcionados. Apple lleva tanto tiempo prometiendo innovación que cualquier cosa menos espectacular se percibirá como un fracaso.
Y para colmo, la empresa no atraviesa su mejor momento. La actualización iPadOS 18 dejó inservibles varios iPad M4, el iPhone 17 Pro sufrió problemas de señal y su nuevo chasis de aluminio se daña con facilidad. Incluso el iPhone 17 Pro Cosmic Orange está perdiendo color, pasando de naranja a rosado. Con tantos tropiezos, suena irónico que Apple siga hablando de perfección.
Lo más curioso es que Apple podría lanzar un plegable hoy mismo si quisiera. Las piezas existen, la experiencia de software también. Un iPhone con diseño plegable y iOS ya sería suficiente para causar sensación. Pero la compañía prefiere esperar, y con cada año que pasa, la novedad pierde fuerza. En un mercado donde Samsung, Honor y Oppo ya experimentan abiertamente, llegar tarde puede ser fatal.
Quizás ha llegado el momento de que Apple entienda que “perfecto” no siempre significa “mejor”. En tecnología, la evolución constante vale más que la perfección estática. El primer iPhone plegable no tiene que ser mágico. Solo tiene que existir. La verdadera innovación sería atreverse a lanzarlo, con o sin pliegue.