Los rumores sobre un iPhone plegable llevan años circulando, pero ahora la confianza de Apple en su primer modelo parece más firme que nunca. Según las proyecciones del reconocido analista Ming-Chi Kuo, la compañía podría dinamitar un mercado que hasta ahora parecía estancado y dominado por Samsung y Huawei.
El tan esperado dispositivo, que podría llamarse “iPhone Fold”, apunta no solo a competir, sino a convertirse en la referencia absoluta del sector.
De acuerdo con fuentes de la cadena de suministro, Apple tiene como meta inicial vender entre 8 y 10 millones de unidades en 2026. Para ponerlo en perspectiva: los Galaxy Z Fold 6 y Z Flip 6 de Samsung juntos apenas superaron los 5 millones de ventas a finales de 2024. Si Apple alcanza sus objetivos, duplicaría de inmediato el rendimiento de la gama plegable de Samsung y marcaría un antes y un después en el mercado.
Aún más ambicioso es el pronóstico para 2027: entre 20 y 25 millones de unidades. Esa cifra superaría las ventas totales de todos los plegables de todas las marcas en 2025. Apple había calculado antes metas más modestas, de 10 a 15 millones, por lo que el ajuste al alza muestra un nivel de confianza que no deja indiferente.
Claro que las previsiones no son garantías. Estimar el éxito de un producto que ni siquiera se ha presentado es arriesgado, y más aún tratándose de una primera generación. Aun así, el hecho de que Apple suba la apuesta sugiere que los problemas de producción están bajo control o que las investigaciones de mercado revelan una demanda mucho mayor de la esperada. Puede que muchos usuarios quieran probar la experiencia plegable, pero sin renunciar a la solidez del ecosistema iOS, las actualizaciones constantes y la integración de servicios a la que están acostumbrados.
El precio, sin duda, será el factor clave. Los plegables siguen siendo muy caros y esa es la principal barrera de entrada para el gran público. Si Apple consigue colocar su modelo a un nivel comparable al de un iPhone Pro Max, sin exagerar con el sobreprecio de “novedad”, el boom de ventas podría ser enorme.
En paralelo, los rumores sobre un iPad plegable generan menos entusiasmo. Se habla de un lanzamiento en 2028 con ventas globales de apenas 500 mil a 1 millón de unidades. Para Apple, eso significaría más un escaparate tecnológico que un producto de masas. El alto coste, su tamaño y su escasa portabilidad lo alejan de la practicidad que sí tendría un iPhone plegable.
Otro frente abierto para la empresa es la evolución de su visor de realidad mixta. El Vision Pro no pasó de 400 mil unidades vendidas por su precio excesivo y lo incómodo del diseño. Sin embargo, una versión más ligera y accesible, llamada Vision Air, podría llegar en 2027 con expectativas de alcanzar un millón de ventas en su primer año. Sería una oportunidad de redención tras el tibio debut de la primera generación.
Para Samsung, estas noticias son preocupantes. Aunque el Galaxy Z Fold 7 haya dado algo de oxígeno al mercado, la llegada de Apple a partir de 2026 amenaza con redefinir el terreno. Ya ocurrió en el pasado: el primer iPhone cambió para siempre la industria del smartphone, y el guion podría repetirse con los plegables.
En definitiva, el iPhone plegable no es solo otro modelo en la línea de Apple. Es un movimiento estratégico para revitalizar una industria saturada y, al mismo tiempo, poner a la competencia contra las cuerdas. Si Apple logrará cumplir estas metas tan ambiciosas, está por verse. Pero lo que sí parece claro es que 2026 podría marcar el inicio de una nueva era para los móviles plegables y para la propia Apple.