Jeffrey Wright lleva años demostrando su talento en papeles exigentes, pero su elección como el comisario James Gordon en The Batman (2022) generó una polémica que aún no termina. Ahora, con The Batman 2 previsto para estrenarse en octubre de 2027, el actor se muestra entusiasmado por volver a la franquicia, aunque reconoce que está cansado de escuchar las mismas críticas.
En entrevista con Collider, fue contundente: calificó las quejas por su casting de “tan jodidamente racistas y estúpidas” y dijo que le sigue sorprendiendo que en pleno 2025 sigamos hablando de eso.
Para Wright, el rechazo no se trata de fidelidad a los cómics, sino de una resistencia absurda al cambio. “Es ridículo querer congelar Gotham en 1939, cuando se publicó el primer número. Estas historias siguen vivas porque evolucionan con la sociedad. Pensar lo contrario no tiene lógica alguna”, explicó.
El actor también recordó que los creadores originales, Bob Kane y Bill Finger, diseñaron Gotham inspirándose en Nueva York, con sus contrastes y diversidad. “Ellos imaginaron una ciudad que siempre estuvo abierta a la interpretación. Por eso estos personajes duran tanto tiempo. Reducirlos a un molde único mata lo que los hace universales”, señaló. En la visión de Matt Reeves, marcada por el cine noir de los años 70, Gotham refleja la realidad de una metrópolis multicultural, algo que para Wright es innegociable: “Un Gotham auténtico debe parecerse a una ciudad moderna, como Nueva York, con toda su mezcla de culturas”.
La controversia, sin embargo, no nació sola: según Wright, fue amplificada por las redes sociales y por quienes buscan convertir cualquier detalle en una “guerra cultural”. Muchos seguidores han recordado que este tipo de cambios siempre existieron. En el remake de Battlestar Galactica, por ejemplo, se modificaron razas y géneros de varios personajes y la serie fue aclamada. En 1989, Billy Dee Williams interpretó a Harvey Dent en la película de Tim Burton, y casi nadie levantó la voz. La diferencia actual es que Internet da altavoz a una minoría muy ruidosa.
Pese a las quejas, la interpretación de Wright en The Batman fue muy bien recibida. Su Gordon transmitió peso moral y credibilidad, convirtiéndose en un aliado sólido para el Batman de Robert Pattinson. Para muchos, no se trataba de un gesto político, sino simplemente de un gran trabajo actoral. Como resumió un fan: “Este personaje no tiene nada que ver con el color de piel. Él lo clavó”.
La discusión sobre la “fidelidad al canon” sigue abierta. Algunos puristas insisten en que la raza de un personaje es parte esencial de su identidad y ponen ejemplos como Pantera Negra o Blade, que difícilmente aceptarían interpretados por un actor blanco. Otros, en cambio, sostienen que al ser personajes ficticios, su esencia puede adaptarse a nuevos contextos. En el fondo, lo que el público general quiere es una buena historia y actuaciones convincentes.
Wright parece poco interesado en pelear en redes. Lo suyo es concentrarse en la actuación: “Siento que estas historias también me pertenecen. Quizá más que nunca, porque ahora literalmente pongo mi piel en ellas”.
El futuro de la saga, sin embargo, es incierto en cuanto a tiempos. Si The Batman 2 llega en 2027, habrán pasado cinco años y medio desde la primera película. Matt Reeves planea una trilogía, pero el calendario luce complicado. Mientras tanto, James Gunn prepara su propio Batman para el nuevo universo cinematográfico de DC, aclarando que la versión de Pattinson y Wright seguirá en su propio rincón.
Quizá esa separación sea lo mejor: dos visiones distintas que conviven sin chocar. Y Wright, lejos de los trolls digitales, está listo para demostrar otra vez que su Gordon merece estar entre las grandes versiones del personaje en el cine.