El universo de John Wick, famoso por sus coreografías de acción y la estética oscura del bajo mundo criminal, podría dar un giro inesperado con un nuevo spinoff: un western samurái. En un perfil publicado por Variety, el guionista Austin Everett – quien adaptó la novela Traveler de Joseph Eckert – mencionó casi de pasada que escribió una historia original en ese tono dentro del mundo de Wick. No reveló más detalles, pero esa breve confesión bastó para encender la imaginación de los fans.
Hasta ahora, la saga siempre se había desarrollado en la actualidad, con luces de neón, asesinos a sueldo y la presencia magnética de Keanu Reeves. Sin embargo, trasladar ese mismo código de honor y violencia estilizada a otra época resulta tentador. El western samurái representa un puente entre dos tradiciones cinematográficas que se han nutrido mutuamente durante décadas: los pistoleros de Sergio Leone y los ronin de Akira Kurosawa. Para muchos, John Wick ya es en sí mismo un descendiente moderno de esas figuras solitarias.
No obstante, las dudas persisten. Los derivados de la franquicia no siempre han dado resultados. Ballerina, protagonizada por Ana de Armas, cerró con 132 millones de dólares en taquilla mundial frente a un presupuesto de 90 millones. Aunque no fue un desastre, los altos costos llevaron a Lionsgate a reportar pérdidas de 94 millones, incluso con la participación especial de Reeves. En contraste, John Wick: Capítulo 4 alcanzó más de 447 millones con un presupuesto de 100 millones, dejando claro que el público sigue prefiriendo ver a Keanu al frente.
Aun así, el estudio no se detiene. Están en desarrollo un anime precuela que narrará la legendaria “Tarea Imposible” de Wick, un spinoff centrado en Caine, el personaje interpretado por Donnie Yen, y por supuesto John Wick: Capítulo 5, que aún busca su historia bajo la dirección de Chad Stahelski.
De momento, el western samurái permanece como un misterio. ¿Será la chispa que revitalice la franquicia o confirmará que Keanu Reeves es el verdadero corazón de la saga? Lo cierto es que la mera posibilidad ya provocó entusiasmo y escepticismo por igual, y esa mezcla quizá sea lo que mantiene con vida al universo de Wick.