Robert F. Kennedy Jr.
tiene una propuesta poco común: quiere que todos los estadounidenses usen relojes inteligentes antes de 2028. Así lo declaró durante una audiencia en el Congreso, donde presentó su visión de una nación más saludable gracias a la tecnología portátil. La idea no pasó desapercibida para gigantes como Apple, Google y Samsung.
El Departamento de Salud de EE. UU. lanzará la próxima semana una de sus campañas más grandes para fomentar el uso de dispositivos como el Apple Watch o el Galaxy Watch. El objetivo es claro: que la gente monitoree su salud en tiempo real y tome decisiones más informadas sobre su bienestar.
Kennedy mencionó casos cercanos de personas con diabetes tipo 2 que lograron mejorar su salud utilizando sensores continuos de glucosa. Estos dispositivos les ayudaron a entender cómo la comida afectaba su azúcar en sangre y a cambiar hábitos de forma efectiva.
Mientras que la diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune, el tipo 2 está más relacionado con el estilo de vida y puede controlarse con dieta, ejercicio y seguimiento constante.
Apple y Samsung están trabajando en tecnologías no invasivas que permitan medir los niveles de glucosa sin necesidad de pincharse. Aunque aún no están aprobadas por las autoridades, se rumorea que Apple podría integrar esta función en su Apple Watch Series 13 para 2027.
Apple también planea incorporar alertas de presión arterial. La primera versión no mostrará cifras exactas, pero sí avisará al usuario si detecta posibles niveles de hipertensión, al igual que las alertas actuales de ritmo cardíaco.
Kennedy destacó que un reloj inteligente puede costar alrededor de 80 dólares al mes, mucho menos que medicamentos como Ozempic, que superan los 1.000 dólares y pueden tener efectos secundarios importantes.
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