El retraso de Subnautica 2 sigue generando controversia, y el editor Krafton pone la culpa directamente en los responsables del estudio. En una extensa declaración pública, Krafton acusó a los fundadores de Unknown Worlds, Charlie Cleveland y Max McGuire, de haber abandonado sus responsabilidades y de haberse centrado en proyectos personales en lugar de trabajar en Subnautica 2.
Según Krafton, a pesar de las repetidas solicitudes para que ambos regresaran a sus roles como director del juego y director técnico, Cleveland y McGuire se negaron, lo que resultó en una confusión generalizada y retrasos significativos en el proyecto.
La declaración también menciona un bono de 250 millones de dólares que se habría otorgado al equipo de desarrollo si se alcanzaban los objetivos de ingresos. Según Krafton, la mayor parte de este bono estaba destinada a Cleveland, McGuire y al ex-CEO Ted Gill. Sin embargo, tras su expulsión del proyecto, no está claro si este bono será pagado. Krafton ha prometido compensación justa para los empleados restantes de Unknown Worlds y reafirmó su compromiso de cumplir con las recompensas prometidas.
La situación se complicó aún más después de que el ex-CEO de Striking Distance, Steve Papoutsis, asumiera el control del proyecto. Cleveland expresó su sorpresa por esta decisión y afirmó que Subnautica 2 estaba listo para su lanzamiento anticipado. Su publicación en Reddit, seguida por un informe de Bloomberg, planteó dudas sobre el momento de la reestructuración y sobre la posible negativa al pago de los bonos. Los fanáticos respondieron en las redes sociales, con algunos organizando boicots al juego.
A medida que la situación sigue desarrollándose, el futuro de Subnautica 2 sigue siendo incierto, con posibles implicaciones legales y financieras por venir.