Kumail Nanjiani confesó que Marvel tenía planes enormes para su personaje Kingo en Eternals. En el podcast Working It Out, el actor contó que al firmar su contrato le prometieron seis películas, un videojuego y hasta una atracción en un parque temático. “Pensé que ese sería mi trabajo por los próximos diez años”, recordó. “Cada año un proyecto de Marvel, y entre medio mis cosas personales.
Pero nada de eso pasó”.
Marvel veía Eternals como un nuevo pilar del MCU, pero la realidad fue otra. Tras su estreno en 2021, las críticas fueron tibias y el público perdió interés muy rápido. Aunque arrancó bien en taquilla, los costos superaron lo esperado y las ambiciones del estudio se esfumaron. En 2022, Patton Oswalt insinuó una secuela dirigida nuevamente por Chloé Zhao, pero desde entonces no hubo más noticias.
Nanjiani ha sido muy sincero sobre cómo lo afectó el fracaso. Él estaba convencido de que la película funcionaría y sufrió cuando la recepción fue tan floja. “Fue muy duro. Injusto conmigo y con mi esposa. Me di cuenta de que no podía seguir trabajando así”, explicó. Incluso buscó terapia para procesar la frustración.
Entre los fans, Eternals sigue dividiendo opiniones. Para algunos es el peor título del MCU: demasiado largo, un villano olvidable y sin verdadera conexión con la saga. Para otros, es un film incomprendido, con imágenes espectaculares, elenco diverso y un alcance épico que merecía más espacio. Muchos creen que habría funcionado mejor como serie de Disney+, donde cada personaje podría desarrollarse con calma. Y todavía hay quienes esperan ver de nuevo a personajes como el Caballero Negro de Kit Harington.
Si Marvel retoma a los Eternals o no, es un misterio. Lo que está claro es que la experiencia de Nanjiani muestra la volatilidad de Hollywood: hoy te prometen una década de proyectos, mañana todo se esfuma.