En un giro inesperado, dos miembros de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos han solicitado al Departamento de Comercio investigar a OnePlus debido a la preocupación de que sus teléfonos inteligentes puedan estar enviando datos de usuarios a servidores en China sin su consentimiento. Esta solicitud surge tras un análisis que fue compartido con el Comité Selecto del Partido Comunista Chino, el cual sugiere que los dispositivos OnePlus podrían estar transmitiendo grandes cantidades de datos personales, incluyendo información sensible, a servidores en China. Esto podría estar ocurriendo sin el conocimiento de los usuarios.
La carta, obtenida por Reuters, fue firmada por el representante republicano John Moolenaar de Michigan y el demócrata Raja Krishnamoorthi de Illinois.
Ambos solicitan que el Departamento de Comercio considere incluir a OnePlus en la Lista de Entidades de los EE. UU., una medida que limita el acceso de las empresas a tecnologías fabricadas en los Estados Unidos. Ya han sido afectadas otras empresas chinas como Huawei, DJI y ByteDance, la empresa matriz de TikTok.
Hasta el momento, el Departamento de Comercio no se ha pronunciado al respecto, y OnePlus tampoco ha respondido públicamente a las acusaciones. OnePlus tiene sede en Shenzhen, China, y es una subsidiaria de BBK Electronics, que también es dueña de otras marcas como Oppo, Vivo y Realme. Aunque OnePlus se ha ganado una buena reputación en mercados occidentales gracias a sus smartphones de alta calidad a precios competitivos, sus vínculos con China siguen siendo motivo de preocupación, especialmente en medio del creciente debate sobre la privacidad de los datos y la posible influencia extranjera en las empresas.
Este caso recuerda otras investigaciones y medidas tomadas por el gobierno de EE. UU. contra empresas tecnológicas chinas, como Huawei, que son vistas como riesgos para la seguridad nacional. Cada vez más, los legisladores se cuestionan cómo las empresas tecnológicas internacionales recogen, almacenan y comparten datos de usuarios, especialmente cuando están sujetas a las regulaciones de sus gobiernos de origen. Aún no está claro si el Departamento de Comercio iniciará una investigación, pero la solicitud de Moolenaar y Krishnamoorthi subraya la creciente preocupación en Washington por la seguridad digital y la privacidad de los datos. Es importante que cualquier acción se base en pruebas claras y en la transparencia.
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