Intel ya no es el gigante que fue en el mercado de semiconductores, y su nuevo CEO, Lip-Bu Tan, reconoce que la compañía aún tiene un largo camino por recorrer para recuperarse. En una conversación con los empleados, Tan admitió que Intel ya no forma parte de las principales empresas de semiconductores.
Esto es un fuerte contraste con la posición de liderazgo que la compañía tenía hace algunas décadas, cuando era uno de los líderes tecnológicos mundiales.
Intel, que alguna vez fue considerada la joya tecnológica de Estados Unidos, ahora enfrenta una serie de errores estratégicos. La compañía no supo aprovechar el auge de la IA, su sector de consumo tiene dificultades para competir, y su división de fundición no cumplió con las expectativas. Estos fallos se han acumulado, lo que ha resultado en pérdidas financieras significativas y en la pérdida de una parte importante de su base de clientes en favor de sus competidores.
Tan está decidido a poner a la empresa nuevamente en el camino correcto, pero deja claro que no será fácil. Para hacer la compañía más ágil, ha anunciado un plan de reducción de personal, creyendo que “una Intel más pequeña se movería más rápido”. Además, aunque Intel inicialmente tenía grandes esperanzas en la IA, Tan admite que la empresa ha quedado atrás. Lo máximo que Intel probablemente hará en el campo de la IA será integrar Edge AI en sus procesadores para consumidores, dejando el mercado de IA más amplio a la competencia.
Otro desafío para Intel es su división de fundición. Tan confirmó que el proceso 18A está siendo considerado solo para uso interno y probablemente no será ofrecido a clientes externos. Las esperanzas de Intel de competir con TSMC están prácticamente desvanecidas por ahora, y la compañía pone sus esperanzas en el proyecto 14A, aunque su futuro sigue siendo incierto. En última instancia, Intel está pasando por grandes cambios, y la reacción del público ante estos cambios probablemente será mixta.