Los gigantes chinos aceleran su expansión global en IA con inversiones en infraestructura

Los gigantes tecnológicos chinos están tomando medidas audaces para desafiar el dominio de los proveedores de servicios en la nube occidentales en el mercado global de la IA.

Empresas como Alibaba, Huawei y Tencent están incrementando considerablemente sus inversiones en infraestructura de IA, preparándose para competir con Amazon, Microsoft y Google, a pesar de la diferencia en los gastos de capital.

Según un informe del diario económico taiwanés, las divisiones de la nube de Alibaba, Huawei y Tencent están dando pasos importantes para ingresar al mercado global de la computación en la nube. Cada una de estas empresas posee modelos avanzados de IA y hardware de última generación que podría convertirse en una alternativa real a las tecnologías occidentales. El informe también destaca que Alibaba Cloud ya ha asignado más de 400 millones de yuanes para acelerar su expansión global en IA, y sus centros de datos ahora están presentes en 29 regiones fuera de China.

Aunque estas empresas tienen una fuerte presencia en el mercado chino, se están enfocando especialmente en expandirse hacia regiones como Asia, incluyendo Malasia, Tailandia y los países del Golfo. El modelo de IA de Alibaba, el Qwen2.5-Max, ya ha demostrado su capacidad para competir con modelos occidentales de IA como el GPT de OpenAI y el Claude de Anthropic, aunque se dice que es inferior en términos de hardware. Los chips Ascend de Huawei, que ya están siendo utilizados en Malasia, muestran que la industria de hardware de China está haciendo grandes avances.

Aunque China aún está por detrás de EE.UU. en términos de hardware, sus empresas de IA están cerrando rápidamente esa brecha, centrándose más en la innovación técnica que en los gastos de capital. Con la creciente demanda global de infraestructura de IA, empresas como NVIDIA y Huawei están aprovechando la oportunidad para invertir fuertemente en este mercado. La competencia por el liderazgo global en IA se está intensificando, especialmente en regiones como el Medio Oriente, donde tanto China como EE.UU. están luchando por la influencia.