El esperado salto del MacBook Pro a pantallas OLED llegará, pero no tan pronto como muchos pensaban. Según Mark Gurman, los primeros modelos con OLED y chip M6 no aparecerán hasta finales de 2026 o principios de 2027.
Este retraso abre la puerta a un lanzamiento intermedio: un MacBook Pro con chip M5, que serviría como opción potente y relativamente más accesible antes de la mayor renovación de la gama en años.
El MacBook Pro M6 traerá un cambio importante en diseño y tecnología. Samsung Display sería el encargado de suministrar paneles OLED “tándem” de generación 8.6, que ofrecerán colores más vivos, negros más profundos, marcos más finos, mejor rendimiento HDR y mayor eficiencia energética. Apple podría incluso eliminar el polémico notch, sustituyéndolo por un recorte discreto o una versión adaptada de la Dynamic Island, posiblemente con Face ID. Esto daría lugar a una pantalla más limpia, con más espacio útil y un aspecto capaz de tentar incluso a los usuarios satisfechos con un M1 o M2.
Si Apple repite su estrategia de 2023, el MacBook Pro M5 podría llegar en enero de 2026, seguido más tarde ese mismo año por el modelo M6 con OLED. En 2023, la compañía lanzó los M2 Pro/Max en enero y los M3, M3 Pro y M3 Max en octubre. El M5 sería ideal para quienes buscan rendimiento ya, sin esperar hasta 2027, y serviría para generar expectativa por el gran lanzamiento.
El paso a OLED también alinearía la experiencia visual del MacBook Pro con la del iPhone y el iPad, ofreciendo una uniformidad de color en todo el ecosistema Apple. Para creativos y profesionales de la imagen, la pantalla OLED podría convertirse en una herramienta imprescindible gracias a su brillo, precisión de color y capacidades HDR superiores.
En resumen, Apple parece estar posicionando el M5 como un movimiento estratégico de transición, mientras guarda el M6 con OLED como la gran estrella. Sea una jugada de marketing o una cuestión de producción, todo apunta a que la espera valdrá la pena.