El nuevo MacBook Pro con chip M5 de Apple podría estar a punto de ver la luz, y todo apunta a que su lanzamiento ocurrirá este mismo octubre. Una referencia encontrada en el código de macOS Tahoe reveló un dispositivo con el identificador J704, lo que ha desatado la especulación de que se trata del esperado sucesor del MacBook Pro con chip M4. 
Sin embargo, los modelos más potentes con los chips M5 Pro y M5 Max llegarían más adelante, probablemente a inicios de 2025.
El hallazgo proviene de la versión 26.0.2 de macOS Tahoe, donde apareció este nuevo identificador de hardware. Para ponerlo en contexto, el actual MacBook Pro con chip M4 usa la denominación J604, lo que refuerza la teoría de que el J704 corresponde al nuevo modelo con M5. Según AppleInsider, todo indica que el anuncio oficial podría producirse en las próximas semanas, siguiendo el calendario típico de lanzamientos de Apple en otoño.
Además, el dispositivo ha aparecido en los registros de la FCC (la agencia estadounidense encargada de la certificación de productos electrónicos), una señal casi inequívoca de que el lanzamiento está cerca. Las existencias del MacBook Pro M4 también están disminuyendo, un patrón clásico antes de la llegada de una nueva generación. Todo parece alinearse para que el M5 sea presentado antes de que termine el año.
En cuanto a las especificaciones, los informes iniciales apuntan a que el chip M5 mantiene una CPU de 9 núcleos, pero con un salto notable en el rendimiento gráfico gracias a una GPU mejorada y a un aumento del caché L2 de 4 MB a 6 MB. Esto podría traducirse en una respuesta más fluida y un mejor manejo de tareas exigentes. Sin embargo, todavía no está claro si el modelo de MacBook Pro adoptará exactamente la misma configuración vista en el iPad Pro con chip M5, ya que la versión base del M4 MacBook Pro contaba con CPU y GPU de 10 núcleos.
Por desgracia, quienes esperan las variantes más potentes tendrán que ser pacientes. Los modelos M5 Pro y M5 Max se identifican en el código como J714 y J716, probablemente correspondientes a las versiones de 14 y 16 pulgadas. Se espera que ambos lleguen con macOS Tahoe 26.3, lo que sugiere una fecha de lanzamiento para los primeros meses de 2025. Este desfase no es nuevo: Apple suele espaciar sus lanzamientos de chips para optimizar la producción y el diseño interno.
El reconocido analista y creador de contenido Vadim Yuryev sostiene que la demora podría deberse a un cambio estructural en el diseño del chip. Apple estaría adoptando una nueva arquitectura que separa físicamente los bloques de CPU y GPU, lo que permitiría una personalización más flexible según las necesidades de cada dispositivo. Esta estrategia podría sentar las bases de una familia de chips más modular, eficiente y adaptable, tanto para los Mac como para otros productos como el iPad o el visor Vision Pro.
Además, se rumorea que Apple adoptará el avanzado empaquetado TSMC SoIC-MH para los M5 Pro y M5 Max, una tecnología que mejora la disipación térmica y la eficiencia energética. Este cambio, aunque positivo, requeriría pruebas adicionales y explicaría el retraso. En resumen, Apple parece estar preparando algo más grande que una simple actualización: un salto de arquitectura que marcará el futuro de su línea Apple Silicon.
Así que, aunque el M5 MacBook Pro llegue solo este año, sin sus hermanos mayores, todo apunta a que será el inicio de una nueva etapa en la historia de los Mac: más potencia, más eficiencia y un diseño de chip verdaderamente modular. Octubre podría ser el mes en que empiece la próxima revolución de Apple.