Mad Men en 4K en HBO Max sonaba, sobre el papel, como la combinación perfecta: una de las series más elegantes y premiadas de la televisión, remasterizada con imagen ultra nítida para exprimir cada detalle de trajes, decorados y gestos mínimos de los personajes. 
Pero el gran estreno en alta definición llegó con un detalle que nadie esperaba: en una escena clave de la primera temporada no solo vemos a Roger Sterling perdiendo la cena en la oficina, sino también la máquina de vómito detrás del truco y a un miembro del equipo técnico operándola, perfectamente visible en segundo plano.
La escena es conocida por casi cualquier fan de la serie. Después de un banquete con demasiado alcohol y demasiadas ostras, Roger, interpretado por John Slattery, regresa tambaleándose a la agencia y su cuerpo decide rendirse delante de Don Draper. Durante años, el momento funcionó como un ejemplo de cómo rodar algo asqueroso sin romper la magia: el actor, la reacción de los personajes, un poco de edición y listo. Sin embargo, en la versión 4K la cámara parece volverse despiadada. Detrás de Roger se distinguen claramente mangueras que asoman por la chaqueta y, al fondo del decorado, un técnico concentrado apretando el botón que pone en marcha el chorro de vómito falso.
Cuando el 4K enseña más de lo que debería
Lo curioso es que la serie no ha cambiado de guion ni de montaje en esa escena; lo que cambia es lo que deja ver la nueva fuente de imagen. En las copias anteriores, con menor resolución y otro encuadre, la maquinaria del truco quedaba fuera de la vista o se disimulaba con retoques digitales en postproducción. Usuarios de X (antes Twitter) empezaron a compartir capturas de la versión de HBO Max y a señalar algo llamativo: el remaster parece haberse hecho a partir de un corte anterior a las últimas correcciones, un máster en el que nadie llegó a borrar al operario ni las mangueras del plano.
Una publicación viral mostrando al técnico de la máquina de vómito, casi robándole el plano al propio Sterling, sumó en pocos días decenas de miles de me gusta y cientos de miles de reproducciones. A partir de ahí, la conversación se mudó al subreddit de Mad Men, donde la comunidad se dedicó a diseccionar el asunto fotograma a fotograma. Algunos fans están convencidos de que HBO Max recibió por error una copia de trabajo que nunca debería haber salido de la sala de edición. Otros apuestan por la teoría más mundana pero igualmente incómoda: alguien en la cadena de entrega se equivocó de carpeta, exportó el archivo equivocado y nadie lo detectó antes de que llegara al catálogo.
¿Máster equivocado y, encima, episodio mal etiquetado?
Por si fuera poco, el fallo técnico viene acompañado de un desliz mucho más simple. La escena del atracón de ostras y sus consecuencias pertenece a la séptima entrega de la primera temporada, titulada Red in the Face. Sin embargo, en HBO Max el momento aparece incluido bajo la ficha de Babylon, el episodio anterior. El resultado es una combinación curiosa: un corte aparentemente sin la postproducción final, colocado dentro del capítulo que no le corresponde, en una versión vendida como la forma definitiva de ver la serie.
Para quienes llevan años siguiendo restauraciones y remasterizaciones, todo esto suena dolorosamente familiar. Cuando Buffy the Vampire Slayer dio el salto a alta definición, el cambio de formato de imagen dejó al descubierto boom mics, dobles de acción y trozos de decorado que antes quedaban cómodamente fuera de cuadro en 4:3. Lo que se presentó como modernización terminó, en algunos casos, destapando la costura de la ilusión. La aparición de la máquina de vómito en Mad Men es una variación del mismo problema: cuanto más grande es la pantalla y más limpia la resolución, más fácil es ver aquello que se suponía invisible.
El club de las grandes metidas de pata en series
Mad Men no está sola en este pequeño salón de la fama de errores televisivos. El ejemplo más citado sigue siendo el vaso de café contemporáneo que se coló en una mesa junto a Daenerys en Game of Thrones y que se convirtió en meme mundial en cuestión de horas. Más tarde, The Last of Us se sumó a la lista cuando espectadores detectaron a varias personas del equipo técnico visibles en un plano general sobre un paisaje nevado, demasiado abrigadas para ser personajes pero perfectas para arruinar la ilusión del apocalipsis.
Con cámaras cada vez más precisas, televisores gigantescos y una audiencia acostumbrada a pausar, ampliar y comentar cada detalle en redes sociales, cualquier despiste mínimo se transforma en material viral. En el caso de Mad Men, una parte del fandom se lo ha tomado con humor: el hasta ahora anónimo operador de la máquina de vómito ha sido adoptado como especie de personaje secreto, con chistes pidiendo que le den un crédito en los títulos. Otros, en cambio, ven en todo esto una falta de pulido impropia de una serie tan cuidada y de una plataforma que se vende como sinónimo de calidad.
Una grieta en la fachada, pero el encanto sigue ahí
A pesar del ruido, el tropezón no tumba lo que hace grande a Mad Men. La nueva versión en 4K resalta todo aquello que ya convertía la serie en referencia: la precisión casi obsesiva en el diseño de producción, la forma en que la luz atraviesa el humo de los cigarrillos en las salas de reuniones, los colores medidos de oficinas y bares, los matices en la interpretación de los actores que ahora se leen mejor en primer plano. La mayor parte del tiempo, la remasterización no rompe la ilusión, sino que la intensifica.
Es de esperar que, con la cantidad de atención que ha generado el fallo, HBO Max termine sustituyendo el archivo silenciosamente por un máster corregido, con la escena limpia de mangueras visibles, sin técnico de fondo y colocada en el episodio correcto. Mientras tanto, quienes se asomen a la serie ahora se encuentran con un extra involuntario: un pequeño vistazo a la trastienda de la televisión de prestigio, incrustado en plena ficción. Y hay algo casi poético en ello: una serie entera dedicada a hablar de fachada, de vender imágenes pulidas y de controlar la percepción del público queda marcada, en su lanzamiento en 4K, por un instante en el que la fábrica del engaño se ve tal cual es.