Michael J. Fox es uno de esos nombres que definen una generación. Pero incluso las leyendas de Hollywood guardan historias poco conocidas detrás de cámaras.
En su nuevo libro Future Boy: Back to the Future and My Journey Through the Space-Time Continuum, el actor abre el corazón y cuenta con franqueza los roces creativos que vivió con Crispin Glover, quien interpretó a su padre en pantalla, George McFly, en la mítica Volver al futuro.
Fox recuerda que cuando se incorporó al rodaje, el ambiente en el set ya era algo tenso. Glover, famoso por su estilo excéntrico y sus métodos poco convencionales, tenía su propia visión del personaje. “A Crispin nadie lo encierra en una caja”, bromea Fox, aunque admite que el equipo de cámara literalmente tuvo que construirle una especie de marco para limitar sus movimientos. “Él veía a George como un espíritu libre, un soñador errante que se movía sin rumbo… lo que hacía imposible mantener la toma estable.”
Aun así, Fox asegura que siempre respetó a su compañero. “Su talento era incuestionable. Sí, a veces su forma de trabajar generaba fricción, pero admiraba su entrega total al personaje y su compromiso con su visión.”
Los que conocen la carrera de Glover no se sorprenden. El actor siempre fue un alma rara: desde su caótica aparición en el programa de David Letterman hasta sus proyectos de cine experimental, Glover ha seguido su propio camino. “No hay forma de prepararse para actuar con Crispin”, dice Fox con humor. “Solo puedes fluir con su energía y esperar que todo salga bien.”
Pero el libro no se limita a los conflictos. Fox también comparte una historia más emotiva: su reencuentro con Eric Stoltz, el primer actor que interpretó a Marty McFly antes de ser reemplazado. Durante cuarenta años, ambos evitaron hablar del tema. Finalmente, Fox decidió contactarlo y le escribió una carta. “Si tu respuesta es ‘déjame en paz’, también me sirve”, escribió entre risas.
Para su sorpresa, Stoltz respondió con humor: “Déjame en paz… ¡es broma!”. Más tarde se reunieron en persona, y según Fox, el encuentro fue cálido y liberador. “Nos dimos cuenta de que nunca hubo resentimiento. Éramos dos actores que amaban su trabajo, nada más.” La charla derivó naturalmente en recuerdos de sus carreras, sus familias y el paso del tiempo, como si ambos hubieran hecho su propio viaje en el DeLorean.
Fox también se ríe del famoso “error temporal” en la escena de la guitarra, un detalle que los fans discuten desde hace décadas. “Claro que no tiene sentido”, confiesa, “pero ese tipo de locuras son las que hacen que la película siga viva.”
Al final, el mensaje de su libro no es sobre rivalidades, sino sobre respeto. Fox entiende que la creatividad a veces nace del caos. “Crispin podía ser difícil, pero su rareza dio vida a George McFly. Él lo hizo real, imperfecto y humano.”
Future Boy ya está disponible en librerías, y es un viaje nostálgico que hará sonreír a todos los que crecieron soñando con viajes en el tiempo y autos voladores.