Microsoft vuelve a estar en el ojo del huracán entre los jugadores. La compañía decidió retrasar el aumento del precio de Xbox Game Pass Ultimate en algunos países, aunque los usuarios de Estados Unidos y Reino Unido no tendrán la misma suerte. 
En lugares como Irlanda y Corea del Sur, los suscriptores actuales seguirán pagando el precio anterior, siempre que mantengan la renovación automática activa.
El problema empezó cuando Microsoft anunció que el precio del plan Ultimate subiría de 19,99 a 29,99 dólares mensuales, un incremento del 50% que equivale a unos 120 dólares más al año. La empresa defendió el aumento asegurando que el nuevo precio reflejaba un catálogo más amplio – con 75 estrenos de lanzamiento al año – , la inclusión de Fortnite Crew y Ubisoft+ Classics, y mejoras en la calidad del streaming mediante Xbox Cloud Gaming.
Aun así, la comunidad no reaccionó bien. Una encuesta realizada por IGN con más de 41.000 votos mostró que el 53,9% de los jugadores planea cancelar su suscripción a Game Pass, mientras que solo un 19,9% dijo que mantendría el plan Ultimate a pesar del incremento. El cambio se aplicó el 1 de octubre para nuevos usuarios y debía entrar en vigor el 4 de noviembre para los actuales. Sin embargo, Microsoft decidió aplazarlo en ciertos mercados, lo que generó confusión y alivio temporal entre algunos jugadores.
En correos enviados a los suscriptores de esos países, la empresa explicó que los aumentos solo afectarían a los nuevos usuarios, y que los actuales seguirían pagando la tarifa anterior mientras no cancelaran su membresía. En una declaración a The Verge, Microsoft dijo que el retraso se debía a “requisitos locales”, probablemente leyes que exigen avisar con antelación antes de cambiar precios. Lamentablemente, esas normas no aplican en Estados Unidos ni Reino Unido. “Los suscriptores actuales en algunos países seguirán renovando al precio existente por ahora”, indicó la compañía, añadiendo que “se notificará con tiempo antes de que los nuevos precios entren en vigor”.
El detalle es ese “por ahora”. Todo indica que el aumento llegará a todos los países tarde o temprano. Además, Microsoft eliminó el descuento en compras de DLC para los suscriptores del Game Pass, ofreciendo a cambio más puntos en su programa de recompensas. Esta medida fue recibida con descontento general, ya que muchos la ven como una forma de reducir el valor del servicio mientras se paga más.
En los últimos meses, la compañía ya había generado críticas por movimientos similares: intentó subir el precio de sus próximos juegos a 80 dólares, pero tras las quejas volvió a los 70. También incrementó el precio de las consolas Xbox en EE. UU. citando “cambios macroeconómicos”, y los nuevos dispositivos ROG Xbox Ally sorprendieron con precios de 999,99 y 599,99 dólares. Para muchos jugadores, la sensación es clara: ser fan de Xbox se está volviendo un lujo.
Los usuarios de Irlanda y Corea del Sur disfrutan una pequeña tregua, pero todos saben que es cuestión de tiempo. El Xbox Game Pass sigue siendo un gran servicio, pero su época dorada como la opción más asequible del gaming podría estar llegando a su fin.
1 comentario
Le dicen Ultimate pero cada vez tiene menos ventajas 😂