Microsoft se prepara para sacar su producción de China, en un movimiento que podría reconfigurar por completo la industria tecnológica mundial. Según informó Nikkei Asia, la compañía planea trasladar la fabricación y el ensamblaje de sus laptops Surface y consolas Xbox a otros países antes de 2026.
La decisión refleja la creciente presión derivada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como el deseo de reducir riesgos geopolíticos y dependencia logística.
Microsoft aún no ha confirmado los nuevos destinos, pero todo apunta a que Vietnam e India están en la mira. De hecho, varios modelos recientes del Surface Pro ya se ensamblan en Vietnam, lo que demuestra que la transición ya está en marcha. Ambos países ofrecen mano de obra joven y costos de producción competitivos, aunque aún están lejos de igualar la infraestructura, los puertos y la logística integrada que China construyó durante décadas.
El movimiento de Microsoft se suma al de otros gigantes como Apple, que también expande su producción fuera de China. La empresa de Cupertino, por ejemplo, fabricará en Vietnam nuevos dispositivos para el hogar inteligente, como un HomePod con pantalla de 7 pulgadas, cámaras de seguridad y un robot de mesa con inteligencia artificial. Estas decisiones marcan una tendencia global: las grandes tecnológicas buscan diversificar su producción y blindarse ante los riesgos de una economía cada vez más fragmentada.
No obstante, los desafíos son enormes. China sigue siendo el centro industrial mejor conectado del mundo, con puertos de aguas profundas, redes ferroviarias y rutas de exportación que ningún país del sudeste asiático puede igualar. Además, la amenaza de nuevos aranceles por parte de Donald Trump – que podrían alcanzar hasta el 130% sobre las importaciones chinas – añade incertidumbre al panorama y empuja a las empresas a tomar decisiones apresuradas.
Aun así, Microsoft confía en que su estrategia le dará mayor flexibilidad a largo plazo. India, en particular, se perfila como una opción sólida gracias a su talento tecnológico y su fuerte vínculo con el liderazgo de Satya Nadella, una figura casi icónica en el país. Sin embargo, algunos analistas creen que la empresa sigue demasiado enfocada en mantener su valoración bursátil antes que en fortalecer su base industrial. Sea como sea, este cambio simboliza el principio del fin de la era en la que China dominaba la fabricación global de dispositivos tecnológicos.