El Creeper, ese monstruo verde que ha hecho saltar a millones de jugadores en Minecraft, probablemente no existiría si el juego se creara hoy. Así lo confesó Jens Bergensten, director creativo de Mojang, durante una charla sobre el equilibrio y la justicia dentro del juego. Según él, las reglas actuales de diseño – más centradas en la experiencia justa del jugador – harían que un enemigo tan impredecible y destructivo fuera considerado demasiado ‘controvertido’. 
Sin embargo, el Creeper ya es una parte inseparable del ADN del juego.
Bergensten explicó que Mojang sigue hoy un principio muy claro: si algo malo le ocurre al jugador, debe ser consecuencia de sus propias acciones. Es decir, el jugador debe haber causado el problema o haber tenido la oportunidad de evitarlo. La idea es evitar cualquier situación que se sienta arbitraria o injusta. En los primeros días de Minecraft, ese tipo de caos era parte del encanto; hoy, el estudio busca un equilibrio más consciente.
“Queremos evitar tratar a los jugadores de una forma que se sienta injusta”, dijo Bergensten. “Las cosas malas pueden pasar, pero deben ser técnicamente culpa del jugador: o él las provocó, o pudo haberlas prevenido.”
Esta mentalidad guía cómo Mojang introduce nuevos biomas, objetos y enemigos. Cualquier cosa que frustre al jugador sin razón clara se considera mal diseño. Bergensten recordó varios ejemplos del pasado: los Golems de Hierro que, intentando defender aldeas, atacaban a los Creepers y terminaban destruyendo todo, o los Enderman que robaban bloques de estructuras complejas de Redstone, arruinando horas de trabajo.
Hoy en día, el equipo busca que los desafíos sean decisiones voluntarias del jugador, como entrar en The End para enfrentarse al Dragón del Fin. Eso es dificultad elegida, no castigo aleatorio. El problema es que el Creeper no cumple esas reglas. Aparece sin aviso, explota sin razón aparente y puede destruir en segundos lo que tardaste horas en construir. “Incluso hoy, todavía me asusta un poco”, admitió Bergensten. “Si siguiéramos nuestras reglas actuales, probablemente no añadiríamos al Creeper. Sería demasiado polémico tener un monstruo que simplemente aparece y destruye tu creación.”
Aun así, el Creeper no va a ninguna parte. Es más que un enemigo: es el símbolo de Minecraft, presente en juguetes, ropa, memes y todo tipo de productos. Lo que empezó como un error de código se convirtió en uno de los personajes más icónicos de la historia de los videojuegos. Lo ames o lo odies, el Creeper representa lo que hace especial a Minecraft: la mezcla perfecta entre creatividad, peligro y caos.