Netflix ha cerrado discretamente el estudio Boss Fight Entertainment, con sede en Texas, responsable del juego móvil Squid Game: Unleashed, inspirado en la exitosa serie coreana. La decisión marca un cambio significativo en la estrategia de videojuegos de la plataforma. 
Aunque el título alcanzó el puesto número uno en 26 países, no logró mantener el interés del público ni generar el impacto que la compañía esperaba.
El estudio fue fundado en 2013 por veteranos de la industria, entre ellos David Rippy, y fue adquirido por Netflix en 2022 como parte de su gran apuesta por el sector gaming. En ese momento, la idea era clara: expandir el universo de entretenimiento de la marca, llevando su narrativa y sus historias más allá de la pantalla. Sin embargo, con el paso del tiempo, Netflix ha decidido ajustar su rumbo y centrarse en títulos más alineados con su catálogo de contenido.
En un emotivo mensaje publicado en LinkedIn, Rippy confirmó la noticia y agradeció tanto a Netflix como a su equipo. “Tuvimos la suerte de trabajar con gente increíble y de crear juegos de los que estamos muy orgullosos, como Squid Game: Unleashed. Si están contratando, por favor consideren a mis compañeros: son verdaderos profesionales”, escribió. También añadió que él y sus cofundadores se tomarán un descanso antes de iniciar nuevos proyectos.
El cierre del estudio resulta especialmente llamativo porque ocurre poco después de que el co-CEO de Netflix, Greg Peters, elogiara públicamente Squid Game: Unleashed durante una conferencia financiera, describiéndolo como un ejemplo del tipo de juegos narrativos que Netflix planea desarrollar internamente. Esto sugiere un cambio de enfoque: menos colaboración con estudios externos y más desarrollo de títulos propios, directamente conectados con sus franquicias más exitosas.
De acuerdo con Reuters, el futuro de Netflix Gaming se centrará en juegos de fiesta, experiencias narrativas y títulos para niños, géneros que encajan naturalmente con su catálogo de series y películas. La meta es crear experiencias que combinen el entretenimiento audiovisual con la interacción, difuminando la frontera entre mirar y jugar.
A pesar del cierre de Boss Fight, tanto Squid Game: Unleashed como Netflix Stories seguirán disponibles, al menos por ahora. No se sabe si recibirán nuevas actualizaciones, pero los fans aún podrán disfrutar un poco más de lo que fue uno de los intentos más ambiciosos de Netflix por unir el streaming con el gaming.
Con este movimiento, Netflix demuestra que está siendo más selectiva y estratégica. La gran pregunta es si sus futuros juegos desarrollados internamente serán capaces de emocionar y conectar con los jugadores tanto como lo hacen sus series más populares. Solo el tiempo lo dirá.