La NFL podría vivir una revolución tecnológica esta temporada: los entrenadores ya no dependerán solo de su intuición, sino también de la inteligencia artificial. Microsoft entregará 2.500 nuevos Surface Pro a los equipos, todos con Copilot integrado, su asistente de IA.
La alianza entre la liga y la compañía comenzó en 2014, cuando los famosos Polaroid usados en las bandas fueron reemplazados por tablets. Ahora, la apuesta es aún mayor.
Copilot funciona con el modelo Prometheus de Microsoft, que combina GPT-4, GPT-4 Turbo y GPT-4o de OpenAI junto con resultados en tiempo real de Bing. Eso significa que durante el partido un técnico podrá preguntar: “¿Qué suele hacer la defensa rival en tercera oportunidad?” o “¿Qué jugada de mi playbook tiene más probabilidades de funcionar contra este esquema?”. Las respuestas llegarán en segundos.
Todos los equipos contarán con el mismo hardware, software y datos. La diferencia estará en quién logre sacar mejor provecho del sistema. El próximo campeón del Super Bowl podría no solo dominar en el campo, sino también en el manejo de la IA.
Sin embargo, no todo es seguro: la IA puede “alucinar”, es decir, dar respuestas erróneas cuando la información es insuficiente. Imaginen a un entrenador justificando una derrota en el Super Bowl con un “la IA se equivocó”. Los críticos insisten en que esta herramienta tiene más valor en la preparación previa que en medio de la presión del reloj. Pero si funciona, no sería raro que otras ligas deportivas la adopten.
¿Veremos partidos más estratégicos, más parejos o simplemente nuevas polémicas? Lo único claro es que el fútbol americano está entrando en la era de la inteligencia artificial.