Nintendo siempre ha sido famosa por su obsesión con el secretismo. La compañía protege sus proyectos como si fueran secretos de estado, y cada vez que se acerca un nuevo Nintendo Direct, los rumores y filtraciones no tardan en inundar las redes.
Pero, según ex empleados, existe un equipo interno encargado de rastrear y frenar esas filtraciones: los temidos “ninjas de Nintendo”.
En el podcast Kit and Krysta, los ex trabajadores de Nintendo of America, Kit Ellis y Krysta Yang, contaron cómo era trabajar bajo esa cultura de silencio. “El miedo era real”, dijo Yang. “No era un chiste: la gente estaba aterrorizada de perder el empleo si filtraba algo. Los ‘ninjas’ no son un mito, son empleados de verdad que se dedican solo a investigar filtraciones. Y son buenísimos en lo que hacen”.
La propia organización de la empresa facilita esta tarea. Los proyectos se desarrollan en equipos muy pequeños, lo que hace más sencillo detectar de dónde salió una filtración. Ellis explicó: “Cuanto más importante era el proyecto, menos personas sabían de él. A veces pensabas: ¿cómo vamos a terminarlo si casi nadie tiene acceso? Pero ese era el precio de mantener el secreto”.
Para los trabajadores esto se traducía en más carga laboral. Yang recordó que muchas veces ni siquiera tenían acceso a información básica para realizar sus tareas, lo que obligaba a trabajar el doble o el triple. Para la dirección, sin embargo, era preferible complicar el trabajo interno antes que arriesgarse a un leak.
No todos estaban de acuerdo con esta política. Algunos pensaban que filtrar algo con intención podía generar hype gratuito. “Vimos casos de gente que creía que hacía un favor a la compañía”, contó Yang. Ellis lo corroboró: “Sí, pero a esos los apartaban de inmediato”, dijo con un gesto en el cuello.
El mayor problema está en el hardware. Cuando hay fábricas y proveedores internacionales involucrados, es casi imposible mantener todo en secreto. El caso del Switch 2 lo dejó claro: fotos de prototipos circularon antes del anuncio oficial y hasta fabricantes de accesorios los usaron en campañas publicitarias, lo que terminó en demandas de Nintendo.
Algo parecido pasa con los Nintendo Direct. Al involucrar a estudios externos, aumenta el riesgo de fugas. “Ningún socio externo siente la misma presión que un empleado de Nintendo”, comentó Ellis. “Sabíamos exactamente en qué momentos el peligro era mayor, había auténticas zonas rojas de filtración”.
La fama de Nintendo al proteger sus anuncios también ha generado leyendas. Historias de ninjas tocando la puerta de quienes filtran detalles suenan exageradas, pero varios insiders conocidos desaparecieron de la escena sin explicación. Pyoro, uno de los filtradores más famosos, se esfumó de internet tras un tiempo. “Todo parece divertido hasta que recibes esa llamada”, advirtió Ellis en tono medio en broma, medio en serio.
Para los fans, este hermetismo se traduce en emoción y especulación: ¿será un nuevo Mario, un Zelda o novedades de Metroid Prime 4? Para los empleados, significa vivir con el miedo de que una palabra fuera de lugar acabe con su carrera. Es una cultura marcada por la disciplina y el control, que se siente tanto como un orgullo como una carga.
Pero es esa misma rigidez la que hace que los anuncios de Nintendo tengan tanto impacto. Las sorpresas funcionan porque casi siempre logran llegar intactas al público. Y aunque los leaks no se pueden evitar del todo, los “ninjas” se aseguran de que la última palabra la tenga Nintendo. Para los fans es magia; para los empleados, una presión constante.
Se puede criticar o admirar, pero es innegable: Nintendo lleva la protección de sus secretos más lejos que nadie. Los ninjas no bajan del techo como en las películas, pero simbolizan hasta dónde llega la compañía para defender el factor sorpresa que tanto ilusiona a sus seguidores.
2 comentarios
de verdad aparecen como ninjas por la ventana? 😂
cada Direct es una apuesta: Mario, Zelda o nada en absoluto