La Nintendo Switch 2 ya está en las tiendas y, aunque la nueva consola cumple con lo que muchos pedían en cuanto a potencia, su estreno viene acompañado de un debate encendido. El motivo son las Game-Key Cards, tarjetas digitales que en algunos casos reemplazan a los clásicos cartuchos.
Para algunos jugadores esto huele a recorte de costos, pero los desarrolladores aseguran que la decisión responde a limitaciones técnicas imposibles de ignorar.
Rob Bantin, arquitecto de audio en Ubisoft y parte del equipo que trabaja con el motor Snowdrop, explicó en Bluesky por qué Star Wars Outlaws no se lanza en cartucho para Switch 2. Según él, el problema no es comercial, sino de rendimiento. Snowdrop depende de un flujo constante de datos para recrear sus enormes mundos abiertos. Mientras que PS5 y Xbox Series X|S cuentan con SSD ultrarrápidos que soportan esa carga, los cartuchos de Switch 2 simplemente no dan la talla. El equipo no pudo alcanzar la calidad deseada y la única salida fue recurrir al formato Game-Key.
Esto no significa que todos los juegos vayan a abandonar el cartucho. Aquellos diseñados desde cero pensando en las limitaciones de la consola pueden optimizarse y lanzarse en físico sin problemas. Pero en ports de títulos que nacieron para SSD, los compromisos son inevitables. En el caso de Outlaws, a pesar de recortes visuales respecto a otras versiones, el port sorprende: se mantiene en 30 FPS estables en zonas abiertas e incluso ofrece ray tracing.
Lo que realmente preocupa a muchos fans no es la técnica, sino la pérdida de control como consumidores. Un cartucho trae el juego completo; una Game-Key te ata a la infraestructura online de Nintendo. Críticos ven esto como un paso más hacia la eliminación del mercado de segunda mano, la limitación de mods y hasta el riesgo de que la consola quede inservible si se detectan copias duplicadas. Para muchos, esto se siente más como restricción que como avance.
Nintendo ha demostrado en el pasado que no teme tomar decisiones polémicas que a la larga definen el mercado. Quizá las Game-Key Cards sean un mal necesario para llevar juegos exigentes a Switch 2. Lo clave será que los estudios encuentren un equilibrio entre la ambición técnica y el respeto por la comunidad que hizo de la Switch un éxito mundial.