El CEO de NVIDIA, Jensen Huang, se ha convertido en una figura clave que conecta a Estados Unidos y China, superando a Elon Musk, según un informe de Nikkei. Huang aumentó su influencia cuando logró convencer a la administración Trump de otorgar licencias de exportación para los chips H20 AI de NVIDIA, diseñados específicamente para empresas chinas.
Este movimiento, junto con el papel central de NVIDIA en el creciente ecosistema de IA, hizo que Huang fuera muy favorable en Pekín, que ahora ve a los líderes empresariales como mediadores en las relaciones entre Estados Unidos y China.
El comienzo de 2025 fue complicado para Huang y NVIDIA, cuando la administración Biden impuso reglas estrictas sobre la difusión de IA, limitando la venta de chips de IA avanzados a solo 12 países. A pesar de sus fuertes críticas a estas restricciones, Huang sufrió otro golpe cuando la administración Trump decidió bloquear la venta de sus chips H20 en China. Esto obligó a NVIDIA a dar de baja sus inventarios y a detener la producción de los chips H20.
Sin embargo, Huang rápidamente cambió de estrategia y lanzó una “ofensiva de encanto” que lo llevó a convencer al gobierno de Estados Unidos de otorgar las licencias de exportación para los chips H20 mientras él estaba en China. En China, Huang continuó su trabajo diplomático, elogiando los avances del país en IA y destacando la importancia de los negocios de NVIDIA en el país. Estos pasos le permitieron convertirse en una figura central en las relaciones entre Estados Unidos y China.
El enfoque de Huang se basa en el argumento de que mantener a China dependiente del hardware estadounidense para sus necesidades de IA será beneficioso para Estados Unidos. Esta estrategia le ha permitido convertirse en un canal de comunicación entre ambas potencias, ofreciendo una alternativa a las figuras más duras en Washington, que piden políticas más estrictas. Las restricciones de Estados Unidos sobre la exportación de chips de IA a China suelen justificarse por preocupaciones de seguridad nacional, especialmente en relación con el posible uso militar de estos equipos. Sin embargo, el éxito diplomático de Huang le ha permitido ser reconocido como un puente entre las dos superpotencias.
Como explica Lizzi Lee del Asia Society Policy Institute, algunos analistas chinos ven a Huang como el mediador preferido de Pekín, gracias a su popularidad y relevancia estratégica. A pesar de su influencia, Huang está menos involucrado en los intereses comerciales de China que Musk, cuya empresa Tesla depende en gran medida de los ingresos y la producción en China.