NVIDIA podría enfrentar un nuevo revés en su negocio de inteligencia artificial si se concretan las sanciones que la administración Trump planea imponer sobre Malasia y Tailandia, según un informe reciente del banco UBS.
Aunque estas medidas podrían beneficiar a empresas estadounidenses como Microsoft y Oracle, el impacto para NVIDIA podría ser significativo.
De acuerdo con UBS, el 12 % de los ingresos de NVIDIA provienen de Malasia, donde compañías locales están construyendo centros de datos con tecnología de IA. Estas compras han aumentado desde que EE.UU. restringió la venta de chips a China. Pero si las nuevas sanciones incluyen a socios asiáticos, estos proyectos podrían frenarse en seco.
Ante las restricciones previas, el CEO Jensen Huang realizó una gira global promocionando la idea de una “IA soberana”, es decir, infraestructura de inteligencia artificial controlada a nivel nacional. La estrategia generó optimismo en el mercado, y las acciones de NVIDIA subieron un 45 % entre mayo y junio, devolviéndole su lugar como la empresa más valiosa del mundo.
Sin embargo, UBS advierte que esta subida en bolsa se basa más en entusiasmo que en resultados concretos. Si el flujo de pedidos se ve afectado o los ingresos no cumplen las expectativas, las acciones podrían caer. De hecho, AMD ya ha registrado una baja del 2 % por temores similares.
A pesar del posible golpe para NVIDIA, UBS cree que otras firmas estadounidenses podrían salir ganando. Proyectos respaldados por EE.UU. en Asia probablemente queden fuera de las sanciones, lo que permitiría a empresas como Microsoft seguir operando sin obstáculos.
El tablero global de la IA se vuelve cada vez más político, y NVIDIA está en el centro de la tormenta. Si logra adaptarse a esta nueva ola de restricciones, podría mantener su liderazgo. Si no, otros actores están listos para ocupar su lugar.
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